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Sapolsky, R. (2023/24). Decidido.
Una ciencia de la vida sin libre albedrío. Madrid: Capitán Swing.
Ya conocemos bien al
autor (https://acipe.es/comportate).
Sus obras no suelen caracterizarse por dejar indiferentes a sus lectores.
Seguro que esta tampoco, como se verá de inmediato.
Punto de partida -tesis-:
no somos ni más ni menos que la suerte biológica y ambiental acumulada (no
tenemos libre albedrío). Si juntamos todos los resultados científicos
de todas las disciplinas científicas relevantes, esa sería la conclusión
científica.
Analicemos críticamente las
bases de apoyo, en tanto amantes de la buena ciencia -frente al
desconocimiento o a la mala interpretación (crisis de la replicación en
determinadas disciplinas, charlatanería académica)-.
Klinenberg, E. (2018/21). Palacios del pueblo. Políticas para una sociedad más igualitaria. Madrid: Capitán Swing.
Este sociólogo, premiado
y reconocido internacionalmente, trata de poner de manifiesto que nuestro futuro
democrático no solo ha de implicar valores compartidos -lo que en
modo alguno es ya poca cosa-, sino igualmente espacios compartidos.
Pasemos de inmediato a ver los argumentos académicos, pues si
encontramos apoyos empíricos para esta tesis, tal vez estemos ante una buena
vía para solventar las polarizaciones sociales tan patentes en
nuestros días a lo largo y ancho de nuestro mundo. Infiero que ante esta
halagüeña perspectiva tu motivación intrínseca ha aumentado. Buen comienzo,
entonces.
Como inicio tenemos las
denominadas por el autor infraestructuras sociales –los espacios
físicos y las organizaciones que configuran las relaciones personales– y que
inciden en los desarrollos del capital social –configuran el mundo-,
en positivo si son saludables y en negativo si no lo son. Son estas
infraestructuras las que condicionan las relaciones sociales -su existencia o
su carencia-, que a su vez influyen en la salud, la longevidad o las
enfermedades físicas (obesidad, tabaquismo…) y mentales (depresión…).
Hertog, T. (2023/24). Sobre
el origen del tiempo. La última teoría de Stephen Hawking. Barcelona:
Debate.
Este cosmólogo, bien conocido internacionalmente, fue colaborador de Hawking a lo largo de muchos años, durante los cuales trataron de responder a la cuestión trascendental del origen de la vida -de nuestro lugar en el cosmos-, en el marco actual de una perspectiva darwiniana del origen del propio universo. Ahí es nada. Bajo ningún concepto te prives de este gran placer de conocer su propuesta. Comencemos, pues.
Con buen pie, por
supuesto: con las felices coincidencias, como a) la era
intermedia de expansión muy lenta de nuestro universo -entre una inicial de breve
explosión inflacionaria y la actual fase de moderada expansión-, gracias a la
cual fue posible la vida, o b) una gravedad débil sin la cual no podríamos
contar con vida compleja, o c) las pequeñas variaciones en la temperatura de la
radiación residual del big bang, pues mayores o menores variaciones ni
siquiera hubiesen posibilitado el surgimiento de galaxias (cunas cósmicas de
la vida).
Wolf, M. (2023). La
crisis del capitalismo democrático. Por qué el matrimonio entre democracia y
capitalismo se está diluyendo y qué debemos hacer para solucionarlo.
Barcelona: Deusto.
El autor es de los
que no necesitan presentación especial, debido a su ya patente reconocimiento
internacional. Además, el asunto que analiza puede ser considerado de enorme
interés para cualquier persona de nuestro tiempo, dada la crisismatrimonial
que estamos viviendo entre el sistema capitalista -predominante en
nuestras actuales sociedades- y la democracia -valor a conservar o, si
fuera posible, a mejorar frente a las presentes dictaduras de la propaganda-.
La dedicatoria ya es un
claro presagio de lo que se pretende en el volumen: que la generación de los
nietos lleve a cabo un trabajo mejor que el realizado por nosotros (nuestro
futuro ya no es lo que era). No está mal para empezar.
Acaba de ver la luz esta obra de Coeckelbergh [Coeckelbergh, M. (2024). La ética de los robots. Madrid: Cátedra], de quien en su momento hicimos aquí la pertinente recensión de otro de sus libros.
Ante los robots (de muchas clases: drones asesinos –matanzas selectivas-; asistentes o compañeros sociales –robots niñeras-; diagnosticadores, terapéuticos, cirujanos y exoesqueléticos; industriales –industria 4.0-; de servicios -esfera económica-; coches autónomos…), algunas personas sienten auténtico temor -pesadillas-, mientras que otras muestran su fascinación -nuevo becerro de oro-, unas los consideran nuestros sirvientes, otras los perciben como entes poderosos –máquinas rebeldes– a los que habrá que servir, dado su creciente poder en nuestras sociedades muy digitalizadas –automatizadas-. Son, pues, entes o criaturas -androides/humanoides- inquietantes: producen extrañeza, inquietud. ¿Cuál es la posición moral de los robots? ¿Agentes o pacientes morales?
Hay un hecho bien
constatado, en todo caso: los robots están aquí para quedarse. Además,
ya tenemos con nosotros la ciencia de la robótica. Ante esta situación, deliberemos.
¿No sería bueno pensar de forma crítica tanto sobre sus usos -o abusos-
como sobre sus desarrollos -beneficios y oportunidades potenciales-? Hablamos
de los espejos robóticos (todo sobre los humanos): espejos
para la reflexión sobre lo humano y la ética. He aquí una valiosa perspectiva,
sobre todo para la propia humanidad (concepciones transhumanistas, las
de la hibridación -poshumanas- y, por supuesto, las medioambientalistas y
ecologistas).
Francopan, P. (2018/20 -2ª imp.). Las nuevas rutas
de la seda. Presente y futuro del mundo.
Barcelona: Planeta.
Este bien conocido historiador, a escala internacional, catedrático, ya nos sorprendió con su libro El corazón del mundo (2015), al posibilitarnos ver de forma distinta tanto el pasado como los acontecimientos esenciales de nuestros días, dado que supuso un cambio radical en el foco de atención: Asia y Oriente frente a Europa y Occidente. Este es su continuación: su actualización.
La visión pues de la que
ahora se parte es la de que las rutas de la seda (unión del pacífico
con el mediterráneo oriental: cinturón económico y ruta marítima) se han
caracterizado por el cambio, por el movimiento, constituyendo el sistema
nervioso central del mundo. Son corredores genéticos para los
humanos y para la flora y la fauna. De hecho, el mar de la China Meridional ya
es el punto de encuentro por excelencia de la economía mundial -todos
los caminos llevan a Pekín-. Así pues, son los países de las rutas de la seda
los que de verdad importan en el presente siglo –siglo asiático-.
Du Sautoy, M. (2021/23). Para pensar mejor. El arte
del atajo. Barcelona: Acantilado.
En un mundo como el
actual -multiforme y complejo: jungla digital– es difícil que no
consideremos los atajos –nos llevan con celeridad y ahorrando fuerzas
al lugar previsto– como un tesoro (gracias a las matemáticas -el arte del
atajo-, al lenguaje, a los diagramas…). Pue bien, la obra que tienes ante ti,
de un catedrático bien conocido internacionalmente, es un verdadero atajo
hacia el arte del atajo –arsenal de atajos-, en palabras del propio
autor. ¿A que ya estás pensando en que va a merecer la pena la lectura?
Pues no te vas a
equivocar. ¿Cómo no gozar de los razonamientos estratégicos –pensamiento
abstracto-, cuando la naturaleza es maestra en la búsqueda de atajos,
gracias a los cuales es capaz de ahorrar energía? En nuestro caso, se trata de reconocer los principios
subyacentescomunes a una amplia gama de problemas que a simple
vista parecen distintos –identificar la regla subyacente, descartando lo
irrelevante-.
Heying, H. y Weinstein,
B. (2021/22). Guía del cazador recolector para el siglo XXI. Cómo adaptarnos
a la vida moderna. Barcelona: Planeta.
Este matrimonio, de biólogos
evolucionistas, es experto en la evolución y la adaptación,
por lo que esta obra puede sernos de ayuda -de hecho, es una guía– para
comprender científicamente nuestra sociedad contemporánea y actuar en
consecuencia, dado que el actual ritmo de cambio excede nuestra capacidad de
adaptación (evolución y adaptación). Veamos, pues, lo que nos tiene que
decir este matrimonio sobre asuntos existenciales -nuestra supervivencia:
éxtasis del lactante (fijación en el cortoplacismo sin contemplar los
costes y peligros del largo plazo)- y con qué fundamento.
Para comenzar, nos
podemos alegrar la vida afirmando que los humanos –craneados inteligentes–
somos extraordinariamente extraordinarios o singularmente singulares.
Rompemos barreras: generalistas y especialistas, cultura y consciencia. Un
recorrido histórico desde los beringianos -de Beringia- hasta nosotros -siglo
XXI- parece que apoyaría lo afirmado.
Burke, P. (2023). Ignorancia. Una historia global. Madrid: Alianza.
Este profesor emérito, bien conocido a escala internacional, pone de manifiesto aquí al menos dos características complementarias de intersección entre autor y obra: el magnífico desarrollo de su inteligencia cristalizada y el patente afecto por la educación. Como cabía, con razón, inferir se constata sabiduría por doquier y elegancia en la escritura, quedando manifiestamente claro que al menos cierto tipo de ignorancia –ignorancia activa, creada: amplia difusión de la ignorancia…- en modo alguno es buena consejera para cualquier desarrollo personal y social saludables (agnotología).
Por el contrario, los desastres
que provoca son muchos y diversos -incluso la sobrecarga de información
puede ocasionar un grave fallo de filtrado-. Se hace necesario, en
consecuencia, tratar de distinguir las variedades de ignorancia –las
ignorancias (selectiva, genuina, imprevista, voluntaria…)-, pues la
ignorancia es un concepto más complicado de lo que podría parecer en un primer
momento.
Sigman, M. (2022). El
poder de las palabras. Cómo cambiar tu cerebro (y tu vida) conversando.
Barcelona: Debate.
Este autor, referente internacional de la neurociencia, quiere materializar un buen deseo para cada uno de sus lectores -personas-: que seamos capaces de encontrar mejores versiones de nosotros mismos. ¿Cómo? A través de las buenas conversaciones –hablar para aprender, no para convencer-. El aval: la buena ciencia (necesariamente imperfecta). ¿Quién no se apunta, entonces? No es de extrañar que esta obra vaya ya por su sexta reimpresión antes de acabar 2023. Empecemos, pues, sin demora.
No nos engañemos. Es difícil para cualquiera, dada la cualidad anfibia del tránsito entre realidad y ficción, separar lo falso de lo cierto -verdadero-, pero no es imposible. Luego, necesitamos herramientas de ayuda -¿algoritmos?, ¿conversaciones?…-.