Heying, H. y Weinstein, B. (2021/22). Guía del cazador recolector para el siglo XXI. Cómo adaptarnos a la vida moderna. Barcelona: Planeta.
Este matrimonio, de biólogos evolucionistas, es experto en la evolución y la adaptación, por lo que esta obra puede sernos de ayuda -de hecho, es una guía– para comprender científicamente nuestra sociedad contemporánea y actuar en consecuencia, dado que el actual ritmo de cambio excede nuestra capacidad de adaptación (evolución y adaptación). Veamos, pues, lo que nos tiene que decir este matrimonio sobre asuntos existenciales -nuestra supervivencia: éxtasis del lactante (fijación en el cortoplacismo sin contemplar los costes y peligros del largo plazo)- y con qué fundamento.
Para comenzar, nos podemos alegrar la vida afirmando que los humanos –craneados inteligentes– somos extraordinariamente extraordinarios o singularmente singulares. Rompemos barreras: generalistas y especialistas, cultura y consciencia. Un recorrido histórico desde los beringianos -de Beringia- hasta nosotros -siglo XXI- parece que apoyaría lo afirmado.
Ya en nuestros días, procede que nos preguntemos cómo nuestros cuerpos antiguos (somos eucariotas, animales, vertebrados, tetrápodos, amniotas, mamíferos, primates, simios y humanos) van a ser capaces de manejarse –evolución y adaptación– en un mundo moderno, pleno de hipernovedades y de posmodernidad.
Un aspecto muy importante es desvelar las creencias infundadas, dado que son un manifiesto peligro para el avance de los conocimientos científicos. Una de ellas es la falsa dicotomía del nace o se hace, pues nos dificulta entender que los genes y los fenómenos epigenéticos, como la cultura, son indisociables y han evolucionado juntos. Las implicaciones -negativas- de la pervivencia de esta creencia no son difíciles de inferir.
Otro aspecto que hemos de considerar son los trade-offs (ganancias-pérdidas, puntos fuertes-flaquezas, somos competitivos y colaborativos, barco de Teseo -el mismo/distinto-, verificación y falsación, árbol y bosque, sabiduría e innovación, cultura y consciencia), dado que se constituyen en las bases en torno a las cuales giran los argumentos de defensa de la evolución/adaptación propuesta en esta obra. La consideración de solo las ganancias o solo las pérdidas, manifiesto reduccionismo, suele volverse en contra de quienes lo practican. Es muy pertinente en cualquier situación buscar, en consecuencia, los costes ocultos, que en ocasiones solo aparecerán a largo plazo.
Con lo dicho en mente –perspectiva básicamente filogenética, vertebrada por los trade-offs-, ya podemos pasar a formularnos una pregunta manifiestamente existencial: ¿podrá sobrevivir nuestra especie en una época de hipernovedades con un cuerpo antiguo, fruto de la evaluación -se podrá adaptar exitosamente-? Esta es la cuestión. No solo es pertinente detenerse en los cómos sino fundamentalmente en los porqués -explicaciones últimas, filogenéticas más que ontogenéticas-. Es al fin y al cabo el campo de su especialidad, en donde encontraremos por tanto sus fortalezas
Tras analizar cuestiones básicas como la comida, el sueño, el sexo, entre otros asuntos relevantes, un cierto pesimismo sobre la vida moderna (nuestra cultura se está viniendo abajo) recorre el libro (quebrados paradigmas actuales; los sucesos de Evergreen en 2017). Aquí hemos de detenernos: es probable que al menos en ocasiones el matrimonio trate de recurrir a una parte de la ciencia -la que más favorece sus ideas consolidades -creencias- (como es palpable en todo lo relacionado con el sexo y el género) para justificar sus específicos puntos de vista.
Esto sucede con cierta frecuencia en cualquier ámbito científico. Luego, hemos de estar muy atentos y ser cautelosos –principio de precaución-. Además, hemos de saber que solo gracias a perspectivas -enfoques- diversas la ciencia puede avanzar, sobre todo en materias en las que nos jugamos tanto como especie -un repaso a las más de 150 recensiones deja poco lugar a dudas al respecto: se patentiza el polifacetismo y la polinización cruzada de relatos científicos.
En este sentido hemos de dar la bienvenida a este tipo de guías, siendo en todo momento conscientes de que las propias creencias -las del matrimonio- hacen acto de presencia en diversas partes de este libro. Aquí es donde hemos de estar atentos, dado que las buenas intenciones no tienen en modo alguno por qué coincidir con los buenos –actuales– conocimientos científicos. En todo caso, es una buena oportunidad para una reflexión compartida y para el trabajo conjunto -aportaciones de las diversas disciplinas- en favor de la buena ciencia. Todos podemos -y debemos- seguir aprendiendo si queremos continuar evolucionando y adaptándonos a las demandas de la sociedad de nuestros días.