Miradas sobre la desigualdad

Milanovic, B. (2024). Miradas sobre la desigualdad. De la Revolución francesa al final de la Guerra Fría. Barcelona: Taurus.

Portada del libro

Autor bien conocido a escala internacional -ya recensionada otra de sus obras- y asunto vertebrador de la historia humana, de plena actualidad, con manifiestas implicaciones para nuestro futuro y el de nuestras sociedades. Dicho así, parece difícil poderse resistir a la lectura de este libro.

Se nos va a hablar de las desigualdades económicas -toda persona debiera estar interesada en esta materia por la cuenta que nos trae a cada cual-, tal como han sido entendidas por los grandes economistas internacionales, sintetizadas con maestría por el autor: 1) Quesnay: reino agrícola rico y más bien estático; 2) Smith: generación de la máxima riqueza posible para la población, según su teoría del desarrollo por fases, con pretendida validez universal (una sociedad avanzada no puede ser aquella en la que los trabajadores estén mal pagados: adquisibilidad); c) Ricardo: gran maestro de la teoría del comercio internacional, que se preocupó por la delimitación de las tres clases sociales y sus conflictos –terratenientes, capitalistas y trabajadores. De hecho, la distribución correcta de la renta entre las clases se constituye en requisito previo para el crecimiento económico; d) Marx: un cosmopolita dentro de un contexto de contradicciones nacionales, lingüísticas, religiosas y políticas. Una de sus aportaciones en este contexto: igualdad de leyes de producción y distribución, aunque expresadas de forma diferente –unidad de producción y distribución, abolición de las clases, explotación, ¿muerte del capitalismo? …-; e) Pareto: de las clases a las personas -características fisiológicas y psicológicas- (desigualdad interpersonal en sí, ofelimidad), ley de Pareto (marco de la naturaleza humana: distribución de la renta invariable); f) Kuznets: las desigualdades de renta en función de los cambios estructurales de las economías (curva de Kuznets: primero, aumento de la desigualdad, para, después, su descenso), con una visión relativamente optimista, condicionada por el contexto estadounidense de ese momento, sobre el futuro de la distribución de la renta –nivelación-.

A partir de aquí es posible constatar un largo eclipse durante la Guerra Fría -de los 70 a los 90-, debido ante todo y sobre todo a las creencias tanto en el mercado libre y la inviolabilidad de la propiedad privada, por un lado (economías capitalistas), como, por el otro (economías socialistas), en la abolición de esta propiedad. La supuesta eliminación de las clases conllevó la carencia de estudios sobre la distribución de la renta y de ahí el desinterés general por las desigualdades.

La diana de análisis de todo este volumen son los mecanismos de la distribución de la renta y la desigualdad de ingresos a lo largo de los dos últimos siglos –enfoque instrumental, estudio integrador (relato convincente, teoría bien desarrollada y pruebas empíricas sólidas)-, siendo conscientes de que lo que hoy consideramos las causas de la desigualdad se estudiarán muy probablemente de otra forma en un futuro –historicidad: toda desigualdad es un fenómeno histórico-. Es la esencia de la propia ciencia y de la misma vida: cambiar para una mejor adaptación y comprensión. Con la muerte ya no hay cambio. Hay descanso eterno: física y mentalmente.

Estas desigualdades, de tipo económico, forman parte de las desigualdades, en general -en el mundo, global: interdependencia intra e interpaíses, Gran Divergencia-, dado que también nos encontramos con desigualdades raciales, de género, entre naciones (Norte/Sur) …), jurídicas… (pertinencia del paso de una economía de mercado a otra más política y social: síntesis de teoría, empirismo y política). La perspectiva de los superespecialistas -cierto tipo de enfoques económicos: empirismo estéril, empirismo puro y duro– debiera ser completada con perspectivas de carácter más global, más enriquecedor, más completo, que cuenten con la relevancia de las relaciones políticas y sociales (teoría política de la distribución de la renta: circulo vicioso de desigualdad creciente…). Sería una forma de ir más allá de la así denominada economía de la Guerra Fría hacia un análisis de la desigualdad sistémica -entre países, intrapaís y global-.

Al final, la pregunta inicial: ¿gracias a esta obra podemos decir con rigor que se ha mejorado considerablemente el triste estado de la falta de conocimiento de la historia del pensamiento económico? Sin duda, siempre que tengamos en cuenta que las ciencias sociales neutrales o la investigación científica pura no están a nuestro alcance -importante aviso académico y para la ciudadanía-. En todo caso, pocos, si es que alguno, podrían haberlo hecho mejor -con más acierto-. Un deleite de lectura, pues.

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