Para pensar mejor

Du Sautoy, M. (2021/23). Para pensar mejor. El arte del atajo. Barcelona: Acantilado.

Portada del libro

En un mundo como el actual -multiforme y complejo: jungla digital– es difícil que no consideremos los atajos nos llevan con celeridad y ahorrando fuerzas al lugar previsto– como un tesoro (gracias a las matemáticas -el arte del atajo-, al lenguaje, a los diagramas…). Pue bien, la obra que tienes ante ti, de un catedrático bien conocido internacionalmente, es un verdadero atajo hacia el arte del atajoarsenal de atajos-, en palabras del propio autor. ¿A que ya estás pensando en que va a merecer la pena la lectura?

Pues no te vas a equivocar. ¿Cómo no gozar de los razonamientos estratégicospensamiento abstracto-, cuando la naturaleza es maestra en la búsqueda de atajos, gracias a los cuales es capaz de ahorrar energía?  En nuestro caso, se trata de reconocer los principios subyacentes comunes a una amplia gama de problemas que a simple vista parecen distintos –identificar la regla subyacente, descartando lo irrelevante-.

Esto es distinto a conformarse con dar soluciones simplificadas -simplistas-, aunque la separación en ocasiones venga dada por una línea sumamente fina. Como ocurre en nuestras vidas cotidianas, en el mundo de los atajos -modos óptimos de pensar- nos encontramos con diferentes tipos. Dentro de estos, hemos de intentar buscar un hilo conductor que vertebre a todos ellos: el camino que nos conduce eficientemente al reino de la libertad y no al desastre.

Podríamos así vislumbrar, al menos por encima, algunos atajos específicos, característicos de diferentes campos: 1) patrones -descubrir un patrón: conocer el futuro antes de que se convierta en presente-, 2) cálculo -sistema posicional, tablas de logaritmos, algoritmos, números complejos, sistema binario…-, 3) lingüístico (diccionarios, lenguaje algebraico, teoría de grupos…), 4) geométrico (conversión de problemas aritméticos en geométricos y a la inversa, trigonometría…), 5) de diagramas (de la rosa, de barras, de Venn, de Feynman, mapas, de los buenos frente a los malos diagramas…), 6) diferencial -una de las herramientas más poderosas a lo largo de la historia-, 7) de datos (mínimos cuadrados, muestreos, sabiduría de las masas…), 8) de probabilidad (teoría de la probabilidad para un mundo lleno de incertidumbres…), 9) de redes -algoritmos de conectividad (atajos matemáticos)…-  o, incluso, 10) el de los atajos imposiblesdemostración (matemática) de que no hay atajos para ciertos problemas-. En todos ellos se constata que un buen conocimiento de las matemáticas es muy importante.

Tras un mínimo detenimiento en esta muestra ilustrativa de atajos ya podemos ir sacando algunas conclusiones útiles: a) lleva tiempo y cuesta esfuerzo descubrir los mejores atajos, dado que, en bastantes ocasiones, no son precisamente intuitivos (los mejores atajos son los que surgen después de pelearse duro con el problema); b) los humanos podemos llegar a captar las estructuras sencillas que subyacen a realidades complejas o bajo diversas apariencias; c) en determinadas circunstancias, los atajos pueden llevar a graves errores -así la ciencia de datos puede resultar peligrosa sin una comprensión de lo que realmente describen-; d) es necesaria una práctica diligente -la disciplina puede acabar posibilitando la inspiración-; e) para avanzar, a veces, se requiere romper las normas históricamente establecidas o las visiones de túnel presentes; f) no conviene descartar los caminos del deseo digitales incluidos-, dada su utilidad; g) nos pueden ayudar a cristalizar un modo nuevo de ver el mundo, descartando información irrelevante y captando lo esencial; h) subirse a hombros de gigantes sabios es uno de los atajos más inteligentes.

Si los miramos detenidamente, los atajos resultan ser un tanto paradójicos. Por un lado, son facilitadores, mientras que, por el otro, nos requieren mucho esfuerzo tensión dinámica-. Tal vez la recompensa eureka!- es la que dé pleno sentido a la búsqueda del atajo solucionadorpensar mejor y ganar tiempo-, siendo, no obstante, conscientes de que no siempre el éxito está asegurado, ni mucho menos. Además, en ciertas circunstancias se consiguen los mejores atajos gracias a rodeos iniciales.

Piensa, en todo caso, además de en ti, también en los demás. Te lo agradecerán durante mucho tiempo. A partir de aquí, con esto en mente, tú puedes decidir con fundamento a qué dedicarte en la vida, a la hora de afrontar los problemas -retos- cotidianos, incluidos los académicos. La ayuda ya la tienes servida, sabiendo que con cada atajo no se acaba el viaje, se inicia otro. Así es la buena ciencia: no hay siquiera posibilidad de quedarse sin trabajo. Suerte en tu elección. Como te puedes imaginar, te va mucho en ello. Ánimo, pues.

Marcar el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *