Una nueva guía para una vida racional

Ellis, A. y Harper, R. (2017). Barcelona: Obelisco.

Portada del libro "Una nueva guía para una vida racional"

Portada del libro

Uno de los aspectos más destacados de esta obra es que constituye una magnífica síntesis de la experiencia profesional y conocimientos psicológicos de sus dos autores, a lo largo de más de medio siglo de estrecha colaboración terapéutica y divulgadora. Todo el libro está dedicado a dar a conocer, en términos sencillos, su obra maestra: la Terapia Racional Emotivo-Conductual (TREC), que se enmarca dentro del amplio campo de las terapias conductual-cognitivas (TCC), las más aplicadas internacionalmente en la actualidad y las que gozan de un mayor y mejor respaldo científico. Continue reading

Evolución y transformación de la Revista de Psicología y Educación

La revista de ACIPE (Revista de Psicología y Educación) ha entrado en una nueva fase, como se puede comprobar fácilmente si uno entra en la página web de la revista y lleva a cabo un repaso a lo hasta ahora publicado en abierto (para todo el mundo).

Se han producido muchos cambios. El que primero se muestra a simple vista es el de su apariencia, a todas luces modernizada y con la incorporación de las normas esenciales de la APA. Pero, sobre todo, la principal transformación es la del procedimiento en la recepción y evaluación de los manuscritos, equiparable al de cualquiera de las revistas de prestigio actuales. Merece la pena comprobarlo.

Ahora bien, el nuevo continente ha de llenarse de un excelente contenido, si queremos que muy pronto nuestra revista sea incluida definitivamente en JCR, dado el rigor y la relevancia alcanzados en sus publicaciones.

Así pues, la puerta queda totalmente abierta para todas aquellas aportaciones (vuestros manuscritos) que consideréis que merecen ser conocidas y tenidas en cuenta por una comunidad científica, nacional e internacional, exigente con la calidad de lo presentado.

Anticipadamente, gracias por vuestra colaboración, a todos los investigadores y profesionales, nacionales e internacionales, interesados por el área de Psicología de la Educación. Queremos que la Revista de Psicología y Educación sea, de ahora en adelante,  una de vuestras vías preferidas para dar a luz vuestros valiosos trabajos de investigación.

Puede consultar los indices de contenidos en la web de la revista o en el siguiente enlace.

Convergencias. El orden subyacente en el corazón de la ciencia.

Convergencias. El orden subyacente en el corazón de la ciencia.  Watson, P. (2016). Barcelona: Crítica.

Portada del libro

Portada del libro «Convergencias»

Es muy probable que algún lector aficionado a la lectura de las recensiones que han ido apareciendo en esta página web de ACIPE, escritas por su Presidente, se pueda preguntar con toda razón por el porqué de las obras seleccionadas, tan aparentemente alejadas de una Psicología de la Educación. Una buena respuesta se encuentra en este libro, pues su tesis es la de la convergencia (la idea más profunda del universo; la unidad del mundo observable): las distintas disciplinas (física, química, biología, psicología, sociología o antropología, entre otras) han ido confluyendo durante los últimos 150 años en una coherente y bien fundamentada narración sobre la historia del universo, sobre nuestra propia historia. Esta convergencia nos ayuda a explicar la mayor y única historia que hay: la Gran Historia. Continue reading

ACIPE en contra de las intervenciones pseudocientíficas

Como resulta a todas luces lógico, una asociación científica ha de estar, por definición, a favor del desarrollo de las distintas disciplinas científicas y en contra de cualquier intervención (física, farmacológica, psicológica, educativa…) pseudocientífica.

ACIPE invita al resto de Sociedades que constituyen COSCE para que hagamos un frente común contra una lamentable realidad: unas pocas personas (sin demasiados escrúpulos y con escasa base científica) se enriquecen a costa del engaño y  el sufrimiento de muchos, llegando en ocasiones a poner en peligro sus vidas.

En ACIPE creemos muy importante que la ciencia no sirva sólo y únicamente para el desarrollo profesional de los científicos (algo que es razonable y justo), sino que, además y sobre todo, sus hallazgos y aportaciones reviertan en beneficio de la sociedad, pues los gastos que toda investigación supone en buena parte proceden de los contribuyentes.

Igualmente, corresponde a las Sociedades Científicas poner de manifiesto ante la opinión pública qué entendemos hoy por ciencia (sus diversas disciplinas científicas), que no es lo que a veces la gente se imagina: dogma, conocimiento pleno o verdad absoluta. De hecho las diversas recensiones que han ido apareciendo en la página web de ACIPE tienen como uno de sus principales objetivos el que cualquier persona mínimamente curiosa y apasionada pueda, tras la lectura de esas obras, ir percibiendo las delimitaciones entre conocimientos científicos y los que no lo son. A partir de aquí, tendrá una buena base para inferir adecuadamente (en términos probabilísticos) si una determinada intervención cuenta con una base científica o entraría a formar parte de las intervenciones pseudocientíficas.

IX Congreso Internacional de Psicología y Educación

Logroño, La Rioja: 21-23 de junio de 2018

El noveno Congreso avanza a toda marcha, guiado y coordinado, con elegancia y sabiduría, por Sylvia y todo su equipo. Ya contamos con la página web correspondiente: http://www.cipe2018.com/, que irá desarrollándose y madurando, sin duda, a buen ritmo.

A partir de estos momentos, hemos de ir pensando en nuestras posibles aportaciones y en hacer un hueco en nuestras apretadas agendas de trabajo para enseñar y aprender (es nuestra específica materia: Psicología de la Educación), en torno a lo que es el lema del Congreso: Psicología, educación y neurociencias: construyendo puentes para el desarrollo humano.

Nos está tocando vivir dentro de unos tiempos que cambian y se mueven a gran velocidad. De ahí que no podamos conformarnos con lo que un día aprendimos, enseñamos o investigamos. La información y el conocimiento se están transformando continuamente. Es difícil poder abarcar por nuestra propia cuenta todo lo nuevo que va viendo la luz en cada momento. Por eso necesitamos de la compañía de nuestros colegas –investigadores y profesionales- para ponernos al día incluso de nuestros temas favoritos, para ampliar nuestros horizontes más allá del túnel que enmarca necesariamente nuestras preocupaciones cotidianas y para enriquecer nuestras mentes con los saberes de los demás. El compartir conocimientos y puntos de vista distintos constituye, creo, un buen puente para nuestro desarrollo.

La Universidad de La Rioja está encantada de poner a nuestra disposición sus instalaciones. El Ayuntamiento logroñés y La Comunidad Autónoma igualmente han mostrado su deseo de hacernos la estancia lo más agradable posible. Todo el Comité Organizador está trabajando concienzudamente para que este noveno Congreso deje una huella muy positiva en todos y cada uno de nosotros.

Nos vemos, pues, en junio de 2018 en La Rioja.

La revolución transhumanista

La revolución transhumanista. Cómo la tecnomedicina y la uberización del mundo van a transformar nuestras vidas.  Ferry, L. (2016). Madrid: Alianza Editorial.

Portada del libro

Portada del libro: «La revolución transhumanista»

El objetivo del autor es diáfano: dar cuenta de lo que se entiende por la revolución transhumanista, aunque no exista pleno consenso al respecto. A lo largo del texto se van poniendo de manifiesto sus implicaciones (sobre todo, aunque no exclusivamente, en el terreno de la medicina y de la economía –economía colaborativa-), tanto en los momentos actuales como con vistas al futuro inmediato. Se trata de ilustrar cómo estas patentes repercusiones están transformando ya considerablemente nuestra existencia (en todas sus facetas), en unos casos positivamente (ideal terapéutico), mientras que en otros parece que podamos correr serios riesgos (ideal del aumento y la perfección). Incluso podríamos estar encaminándonos a  un transhumanismo posthumano: la creación de una nueva especie. A este respecto, como ejemplo paradigmático de esta revolución transhumanista, merece ser citada  la Universidad de la Singularidad, financiada por Google, en Silicon Valley. Continue reading

Yo soy yo y mis parásitos.

Cómo criaturas minúsculas manipulan nuestro comportamiento y transforman sociedades. McAuliffe, K. (2016). Barcelona: Ediciones Urano.

Portada del libro

Portada del libro «Yo soy yo y mis parásitos»

Este libro se enmarca  dentro del ámbito del Periodismo de Investigación, al que hicimos alusión en la reseña del Ladrón de cerebros. Está escrito por una periodista que ha cosechado éxitos y reconocimiento por su maestría en la divulgación de temas científicos. La ciencia es la que nos posibilita tener una visión válida y fiable de lo que en realidad somos y de lo que podemos y no podemos llevar a cabo a lo largo de nuestras vidas. En esta ocasión la autora se centra en los parásitos (pasajeros invisibles, capaces de burlar nuestros sistemas inmunológicos; dictadores encubiertos) y otros microorganismos: esas criaturas minúsculas que conviven con nosotros, dentro de nuestro cuerpo, y que, para bien o para mal, condicionan (manipulación parasitaria, zombificación, hipnotización) nuestra existencia más de lo que habíamos podido imaginar hasta ahora. Inciden en cómo nos comportamos, en qué tipo de sentimientos manifestamos y en cuáles pueden ser nuestros pensamientos y, en situaciones extremas, pueden llegar a ser determinantes en el paso de la vida a la muerte: es el caso, a título de ejemplo bien ilustrativo, del Plasmodium, causante de la malaria.

Dado  que buena parte de los datos que se comentan en este libro provienen de investigaciones muy recientes, de diversas disciplinas (neuropasitología, inmunología, psicología, psiquiatría o antropología, entre otras) y que todavía no tenemos un corpus científico consolidado, hemos de ser sumamente prudentes a la hora de valorar lo que se nos presenta.

Ahora bien, lo que sí es un hecho bien constatado es que nosotros somos nuestro yo más todos los microorganimos que conviven dentro de nuestro cuerpo. Recuérdese que ya desde los primeros momentos de la vida, las primeras bacterias fueron parasitadas por los primeros virus. Desde entonces hasta nuestros días este fenómeno se ha convertido en una realidad permanente. Cabe suponer, con fundamento,  que su conocimiento y asimilación por cada uno de nosotros va a suponer una mejor comprensión científica de quiénes somos y del lugar que ocupamos en la naturaleza, aunque ello nos obligue a dejar atrás una imagen demasiado idílica de nuestro ser. Veamos por qué.

Se ha de hacer mención aquí a nuestra microbiota (simbionte), es decir, al conjunto de virus, bacterias, hongos, protozoos y otros microorganismos que viven en nuestro cuerpo y que interactúan con él (para bien y para mal). Hemos de hablar de muchos billones, lo que a todas luces supera el número de células de nuestros organismos. Igualmente, nos hemos de referir al microbioma: conjunto total de los genes de nuestra microbiota. Este material genético supera al nuestro en bastante más de 100 veces, lo que ha llevado a afirmar a algunos autores que el 90 por ciento de ti no eres tú, genéticamente hablando. Somos, pues, querámoslo o no, más que un organismo, un superorganismo, que además de nuestra huella dactilar única, tenemos también nuestro microbioma único. Albergamos, los humanos, millares de especies de microbios, cuya composición es distinta en cada individuo.

El estudio actual de este inmenso mundo abrirá, muy probablemente, en un futuro próximo vías de intervención, tanto de tipo correctivo, como preventivo o incluso optimizador. No parece bueno que los psicólogos y psicólogas educativos nos mantengamos al margen de estos avances científicos, cuando la psicología sí está ya implicada en trabajos de investigación dentro de estos campos.

El ladrón de cerebros.

Compartiendo el conocimiento científico de las mentes más brillantes. Estupinyà, P. (2010). Barcelona: Debate

Para una Asociación Científica, como ACIPE, ha de ser motivo de alegría contar con un puente sólido que facilite el tránsito de los conocimientos científicos hasta la sociedad. Esto es lo que se logra, de forma brillante, en el libro que ahora comento.

Portada del libro

Portada del libro «El ladrón de cerebros»

El primer autor (bioquímico y divulgador científico) tiene un claro objetivo en mente: facilitar las lentes que proporciona la metodología científica a sus lectores. Para ello, lleva a cabo una selección muy exigente de investigadores (la mayoría de estas personas son figuras muy conocidas internacionalmente en sus respectivos campos: las mentes más brillantes) para que le expliquen, y por ende nos expliquen también a nosotros, en términos asequibles, los grandes logros de nuestros días en muy diversos campos: qué es y cómo funciona nuestro cerebro, qué conocemos y desconocemos de nuestro universo, qué nos aporta la nueva biología del siglo XXI, qué es eso del cambio climático y un considerable número de otras cuestiones que preocupan a la ciudadanía del siglo XXI, a juzgar por las noticias de las que suelen hacerse eco los diversos medios de comunicación. Junto a los logros y los aspectos más positivos de la ciencia, también se ponen de manifiesto otros más negativos y algunos de los sesgos que manifiestan los científicos. Continue reading

«Ciencia e igualdad de género»

En su día ya manifestamos que ACIPE  apoya y fomenta la igualdad de género. Hoy, con sumo placer, nos sumamos a la Jornada de COSCE, que lleva por título: Ciencia e igualdad de género en las sociedades científicas.

Invitamos pues gustosos a las acipeñas y acipeños a participar  en esta Jornada, con el fin de que pueda hacerse poco a poco realidad ese anhelado deseo de la igualdad de género, que es de justicia, empezando por nuestros lugares de trabajo: el mundo académico y profesional.

En esta Jornada se hace realidad algo que es un hecho manifiesto: si queremos comprender el género en toda su amplitud sólo lo podemos hacer contando con las aportaciones provenientes de distintas disciplinas científicas. De ahí que las personas, ponentes, pertenezcan a variadas áreas del saber.

Para el logro de la igualdad, bien lo sabemos fundadamente los psicólogos, no sólo bastan los conocimientos científicos sobre el género–esto es condición necesaria, pero en modo alguno suficiente-, sino que es necesaria la actuación, es decir, poner las contingencias oportunas. Incluso la aprobación de leyes –sirva a título de ejemplo, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género- , como bien lo hemos podido comprobar desde entonces hasta nuestros días, ha sido es a todas luces insuficiente para el logro de sus encomiables propósitos. Cualquier tipo de programa de intervención de género no puede limitarse sólo a la pertinente información científica (lo cual a veces no es poca cosa, a la luz de las informaciones distorsionadas e incorrectas que circulan por las redes sociales, internet y los diversos medios de comunicación y de divulgación), sino que ha de incluir prácticas y tareas, debidamente programadas y supervisadas, por cualificados profesionales.

Hasta el presente, incluso en los ámbitos académicos, las cuestiones de género han venido siendo consideradas como de segunda clase frente a los grandes temas que han acaparado el grueso de las financiaciones, públicas y privadas. El que los máximos responsables de COSCE hayan decidido  afrontar este asunto en su Jornada de Sociedades anual (2017), es digno de consideración y de elogio.

Deshaciendo errores.

Kahneman, Tversky y la amistad que nos enseñó cómo funciona la mente. Lewis, M. (2016). Barcelona: Debate

Portada del libro

Portada del libro deshaciendo errores

El autor de esta obra, profesor universitario en la Universidad de Berkeley, destaca entre otras cosas por su capacidad extraordinaria para combinar adecuadamente información económica y periodismo narrativo. En nuestro caso concreto, habría que añadir un matiz de enorme importancia para los académicos y profesionales de la psicología educativa: el de poner de manifiesto la importancia de la psicología para las teorías económicas, tras haberse empapado de los trabajos realizados por Amos Tversky y Daniel Kahneman (psicólogos) y que le valieron, a este último, la concesión del Premio Nobel de Economía (sic) en 2002 (Tversky ya había fallecido 6 años antes).

Fueron precisamente sus aportaciones psicológicas, fruto de su estrecha colaboración, las que posibilitaron una nueva adjetivación para una disciplina –la economía- que no era su área de conocimiento: la economía conductual. El núcleo de sus trabajos –de sus múltiples experimentos- puso de manifiesto que el presupuesto esencial (el punto de partida, el paradigma predominante) de la mayoría de teorías económicas en aquellos días, vigentes hasta finales del siglo XX, que el homo economicus es ante todo un sujeto racional en sus decisiones, no se sostenía del todo, pues los humanos venimos equipados por la evolución con un cerebro propenso a dejarse guiar o influenciar por determinados sesgos (ilusiones cognitivas), al menos cuando sólo tenemos en cuenta el pensamiento rápido (Sistema 1: automático, inconsciente) y, en ocasiones, cuando aplicamos incluso el pensamiento lento (Sistema 2: lógico, calculador, consciente).

¿Cuáles son algunos (ejemplos ilustrativos) de esos sesgos o atajos heurísticosse alejan de los principios básicos de la probabilidad y de la lógica: no siempre los seres humanos somos transitivos– que legos e incluso especialistas suelen cometer cuando se les enfrenta a situaciones experimentales en que tienen que tomar decisiones en contextos de incertidumbre? El de disponibilidad (tendencia a sobrevalorar las probabilidades reales en función de aspectos no del todo significativos: como los recuerdos más cercanos, su accesibilidad; sesgo de experiencia reciente; sesgo de impacto); el de representatividad (ciertos aspectos, típicos de los estereotipos, conducen a decisiones de asignación –a un grupo, a una profesión- que no se sustentan en conocimientos de probabilidad elemental;  estereotipo de la aleatoriedad frente a la verdadera aleatoriedad);  el de anclaje (sobreestimar el valor de una primera o adyacente información –el ancla-, pero que no es relevante para la elaboración de predicciones o juicios correctos); el de la aversión o rechazo al riesgo (ante la misma probabilidad de perder o ganar algo, nos solemos inclinar, en la mayoría de las ocasiones, por evitar las pérdidas);  la creencia en la ley de los pequeños números (la tendencia a sacar conclusiones generales a partir  de datos obtenidos con unos pocos sujetos o pruebas, al suponer que la ley que rige los grandes números garantiza lo que obtenemos con pequeños números).

A la luz de los múltiples experimentos que pusieron de manifiesto este tipo de sesgos, los autores creyeron que se podía llegar a la elaboración de teorías válidas (como la Prospect Theory) sobre el funcionamiento general de nuestras mentes, cuando éstas se ven obligadas a tener que tomar decisiones en situaciones de patente  incertidumbre. El asumir que los humanos toman estas decisiones racionalmente, sobre un fundamento de la lógica y la probabilidad básicas, supone estar condenados a equivocarnos frecuentemente. Dado que son mecanismos mentales, éstos están presentes en cualquier tipo de decisión enmarcada dentro de la incertidumbre –lo que ocurre en la mayoría de las circunstancias de nuestras vidas-, no sólo en las delimitadas al ámbito de la economía, por lo que sus hallazgos son relevantes  para  multitud de campos: el psicológico, el de la medicina, el de la política, además por supuesto del de la economía, por sólo citar algunos de ellos. Ahora ya, con lo indicado, no nos debiera crear disonancia cognitiva alguna el que Kahneman recibiera un Premio Nobel.

Esta obra, además de su utilidad para todos aquellos que se quieran introducir con buen pie en los logros de estos dos investigadores, supone un valor añadido, pues nos desvela el cómo se comportan dos seres humanos –académicos- cuando llevan a cabo sus investigaciones: sus fobias y filias, sus creencias sobre el posible impacto de sus trabajos, sus ambiciones personales, sus personalidades, sus relaciones de amor y odio, sus encuentros y desencuentros, sus relaciones familiares, sus círculos académicos y hasta sus propios sesgos cognitivos, como ellos mismos se ven obligados a reconocer.