Megamenazas

Roubini, N. (2022/23). Megamenazas. Las diez tendencias globales que ponen en peligro nuestro futuro y cómo sobrevivir a ellas. Barcelona: Deusto.

¿Podemos confiar en que acierte aquí y ahora este bien conocido, internacionalmente, economista en sus predicciones sobre el futuro inmediato, como ya lo hizo en 2006 al advertirnos de la amenaza sistémica que se avecinaba: la gran crisis financiera mundial del 2008 –la Gran Recesión-? Pues veámoslo. En todo caso, que no nos vuelva a pillar por sorpresa una posible confluencia de calamidades, a escala mundial, como alguien vaticina.

Primer aviso a la hora de evitar errores garrafales, semejantes a los cometidos  una y otra vez a lo largo de la historia: cuidado con las burbujas -la insensata codicia ha provocado desastrosas burbujas inmobiliarias-, que acaban con alta probabilidad estallando -¿está a punto de hacerlo  la burbuja de la deuda mundial?-. Lo que de momento podemos destacar es que nos espera la peor crisis de deuda que hayamos conocido hasta el presente –es demasiado seductora: endeudamiento despilfarrador, malos hábitos de sobreendeudamiento-. El agua está, pues, a punto de llegarnos al cuello.

A esto hemos de añadir que las desigualdades de ingresos y riqueza suelen desencadenar populismos políticos y económicos, creándose así desastrosos círculos viciosos –se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas-.

Hasta aquí ciertos aspectos relevantes de la deuda explícita –relaciones de prestatarios y prestamistas-, pero se hace imprescindible también el análisis complementario de la deuda implícita: las obligaciones financieras previsibles para nuestro cercano futuro (brechas fiscales: peligrosos desequilibrios), muy en especial todo lo relacionado con las promesas hechas a poblaciones cada vez más envejecidas: garantías de pensiones y sanidad. Podemos estar consecuentemente ante una gran bomba de relojería. Tal vez una inmigración más libre, aunque pudiera parecer paradójico a primera vista,  pudiese ser una de las vías de solución del grave problema que se nos avecina: el cómo poder cumplir con las promesas realizadas a las personas mayores.

Las euforias financieras, asentadas en el dinero fácil –el exceso de crédito acaba creando una burbuja-, es probable que se materialicen en esa predecible amenaza –su estallido- que no se debiera justificar a posteriori enmarcándola en lo imprevisto, pues podemos y debemos estar prevenidos para detener las contagiosas propagaciones de las olas especulativas –las exuberancias irracionales, el todo vale, los comportamientos imprudentes, el superciclo de deuda-.

Si estas grandes –macro- amenazas convergen, como parece ser, estaríamos ante la gran estanflación -estancamiento económico, aumento del paro y de la inflación- que se avecina –Roubini dixit-. Desde esta perspectiva –su enfoque: los shocks estanflacionarios que se acumulan-, la década de 1970 simplemente parecería un mero precalentamiento ante la gran crisis de deuda estanflacionaria que se avecina –caos del sistema monetario e inestabilidad financiera-.

Para añadir más leña al fuego, necesitamos afrontar el problema en torno a la globalización, arma de manifiesto doble filo-: su final (la desglobalización) o su expansión (hiperglobalización), con sus  ventajas y desventajas, en función de los grupos en los que nos fijemos –propietarios del capital o trabajadores- o teniendo en cuenta un enfoque más general: la ciudadanía del siglo XXI. En este caso tal vez se debería hablar de una globalización lenta, en la que se tengan en cuenta los análisis rigurosos –pros y contras- sobre el libre mercado, la inmigración, las desigualdades, los ciclos vertiginosos de expansión y contracción económica y financiera, la nueva Guerra Fría, el friendshoring, el proteccionismo, la revolución globótica, los telemigrantes, entre otros importantes asuntos.

No podía faltar a esta cita de las grandes amenazas la derivada de los avances de la inteligencia artificial –estará en todas partes: ¿desempleo tecnológico? El genio IA ha salido de la lámpara: ¿futuro utópico o distópico?-, estrechamente entrelaza con las anteriores. Obligado reflexionar sobre este asunto.

¿Estamos ya al inicio de una nueva Guerra Fría -trampa moderna de Tucídides? Esta es una gran cuestión y el tipo de respuesta que demos marcará considerablemente nuestro futuro.

Finalmente, una de las más grandes amenazas: el cambio climático: ¿hemos superado ya el punto de inflexión? Otra gran pregunta que requiere la adecuada respuesta  si queremos continuar en un planeta habitable –los peligros se acumulan a escala planetaria y las soluciones hasta ahora propuestas no son satisfactorias-. La transición a las energías renovables además no resulta gratis.

Creo que no necesitas nada más para animarte a la lectura de este libro de divulgación científica. Seguro que no te vas a arrepentir. Podrás afrontar los grandes retos del futuro –las 10 megamenazas/megaamenzas- mucho mejor. Prueba y verás.

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