Desde ACIPE se apoya la institucionalización de la sexología y la generología.

Portada del libro "Nadie nace en un cuerpo equivocado"

Ya desde el prólogo de la obra que ahora vamos a comentar se nos recuerda un hecho patente: el sexo ha existido, existe y existirá por mucho tiempo. Su estudio científico ha de corresponder, como resulta lógico, a la nueva disciplina –todavía sin institucionalizar- de la sexología. La realidad del género hoy se nos hace también bien presente, como atestigua cualquier búsqueda en las bases de datos internacionales más reconocidas, mejor valoradas y más utilizadas. Por razón de pura lógica elemental, los estudios científicos de género debieran hacerse dentro de una generología, a ser  posible institucionaliza, cosa que aún no ocurre.

A partir de aquí, sin la ayuda de estas dos disciplinas –autónomas y complementarias-, no son de extrañar las anomias del sexo y el género actuales y de sus derivados: roles sexuales y de género, estereotipos sexuales y de género, asimetrías sexuales y de género e identidades sexuales y de género.

Veamos qué nos dicen sobre estas materias estos dos autores –Errasi y Pérez Álvarez-, en su obra titulada Nadie nace en un cuerpo equivocado (frente a nacido en un cuerpo equivocado: disforia de género), y que comienza con el análisis del generismo queer, que se fundamenta en un constructivismo posmoderno y su correspondiente activismotransactivismo-.

Desde el comienzo van a poner de manifiesto que la supeditación del sexo al género no se corresponde con una buena y extensa fundamentación científica. Sin el sexo no se habría producido, históricamente hablando, la innovación reproductivareproducción anisogámica: oogámica– que ha posibilitado ni más ni menos que nuestra específica existencia: la de todos y cada uno de nosotros –las personas-.

Desde cualquiera de las disciplinas científicas –sea, básicamente la de la psicología en este caso- una de las tareas más relevantes es la del análisis de las diferentes creencias que se hacen pasar por realidades, muy específicamente las referidas a la identidad: mitos identitarios –ser uno mismo: autodeterminación o autorrealización del sexo y del género– o el de las emociones –superintensidad hiperemocional: happycracia. Algunos de estos mitos, típicos del espejismo queer, son los que vertebrarían las legislaciones actuales, los sistemas educativos, las empresas y corporaciones y los diversos medios de comunicación, en lo tocante a las cuestiones referidas al sexo y al género.

Este es uno de los núcleos sobre el que se cierne la crítica (la teoría queer está plagada de contradicciones que repugnan a la razón y al sentido común) realizada desde un enfoque básicamente psicológico de los autores. No es, pues, un enfoque sexológico ni generológico. Ambos, conjuntamente, asumirían una dialéctica en marcha, que podría abrir alternativas complementarias al enfoque afirmativo: transición fármaco-quirúrgica como salida única a la incongruencia de género (en niños y adolescentes).

Con estos comentarios hacemos una invitación a las personas que mantienen posturas claramente enfrentadas –es pertinente su conocimiento, como lo hemos hecho y manifestamos con lo expuesto-, a fin de que podamos avanzar en los conocimientos científicos de la doble realidad del sexo y el géneroidentidad sexual e identidad de género, roles sexuales y de género, estereotipos, asimetrías…-, enmarcados en las dos nuevas disciplinas –sexología y generología-, para que puedan servir de auténtica ayuda a todas las personas –cis o trans- en sus desarrollos –funcionales o disfuncionales-.

Sólo cuando atendemos a lo que los demás nos dicen y valoramos sus opiniones, según su concordancia o discordancia con los conocimientos derivados de la buena ciencia, estamos en condiciones de ayudarnos a nosotros mismos y a los demás. Ese es al menos el objetivo de ACIPE en estos asuntos tan relevantes para cada uno de nosotros. De ahí que aboguemos por la institucionalización, dado que hay contenidos más que suficientes, tanto de la sexología –la ciencia que estudia en sus múltiples dimensiones el sexo- como de la generología –la ciencia centrada en todas las cuestiones relacionadas con el género-. No es difícil imaginar que si hiciéramos esto, mejor nos iría en casi todos los sentidos: académicos, profesionales y vitales.

Marcar como favorito enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *