ACIPE invita a disfrutar de veranos diferentes: los proporcionados por la ciencia

Que hoy estamos avanzando a un ritmo vertiginoso en digitalización parece un hecho consumado. Nuestra sugerencia hic et nunc: aprovechémoslo. ¿Cómo? Compartiendo democráticamente conocimientos y experiencias virtuales (no necesitamos salir a ambientes que puedan entrañar peligros para nuestra salud) con personas de gran talla intelectual, con cabezas muy bien amuebladas, muy estrictamente seleccionadas internacionalmente. ¿Alguien lo duda? Pues entra y ve el fruto de varios años de trabajo en ACIPE (la Asociación Científica de Psicología y Educación): https://acipe.es/category/analisis-libros

Tienes para elegir entre decenas de magníficas obras de divulgación científica. Desglosemos un poco lo afirmado.

Nos encontraremos con personas que han sido galardonadas con lo más preciado en el mundo académico -a escala mundial-: Premios Nobel en diversas disciplinas (Física, Química, Medicina, Economía). Es difícil, por no decir imposible, que alguien no se sienta positivamente transformado tras la lectura de estas obras (si pinchas en las portadas te llevará a la correspondiente recensión o reseña). ¿Pero los que figuran a continuación son todos? No, hay más, en el supuesto de que no quedes al cien por cien satisfecho/a con estas obras.

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Con ser sin duda el más prestigioso, también hay otros premios ciertamente relevantes. Así también podremos compartir conocimientos con algún autor que ha recibido el Premio Pulitzer, por ejemplo. Su lectura supondrá un buen aprendizaje vital. Quedaremos contentos, que es de lo que se trata, intelectualmente hablando.

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Puede ocurrir que, yéndonos al otro extremo, nos guste ante todo y sobre todo el pensamiento crítico -bien fundamentado, por supuesto- incluso con las aportaciones de los propios Premios Nobel  o con lo que se imparte en las conocidas como las mejores universidades del mundo–nos podemos quedar tranquilamente con las 10 mejores-. Pues tenemos a la persona, reconocida mundialmente, como una de las más indicada para ello. Eso sí, nos hemos de jugar la piel.

A priori tal vez nos encuadremos como personas optimistas y en estos momentos queramos cargarnos de buenas razones -de peso-, es decir, científicas, para podernos sentir mejor ante nosotros mismos y también ante los demás. Pues aquí las tenemos.

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Por el contrario, si fuésemos más pesimistas –menos optimistas-, porque así nos sintiéramos,  nos gustaría saber si hay datos como para permanecer en estado de cierta sana alerta. Pues sí, contamos con ellos.

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Tal vez queramos conocer más a fondo lo que nos está pasando con la actual pandemia y sus implicaciones (personales, sociales…). Vamos a ello sin más dilación.

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Es muy probable que deseemos conocernos mejor a nosotros mismos, para así tomar mejores decisiones. No perdamos tiempo, pongámonos en marcha lectora.

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Pero el yo no es lo que hemos estado pensando durante siglos. ¿Ah, no? Hemos necesariamente de convivir lo mejor posible con virus, bacterias y hongos.

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Quizá no queramos ser presa fácil de mentiras, bulos, mitos e incluso de la mala ciencia, tan de moda en nuestros días. No esperes más.

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Con gusto nos apuntaríamos a hacer algo para que el futuro no nos coja desprevenidos. Nos lo merecemos. Manos a la obra.

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A la luz de lo visto puedes pensar que esto sería todo. En modo alguno, es solo el comienzo. Pero si no puedes con ello este verano, no te preocupes en absoluto, pues tienes materia de sobra para unos cuantos veranos e incluso cursos más. Eso es lo que a mí me ha sucedido.  

En síntesis, ya verás cómo después de algunas de estas lecturas experimentarás cambios vitales que te sentarán muy bien y que, además, serán notados y evaluados muy positivamente por los demás. Otra forma de vida, pues, es posible. No cabía esperar menos de la ciencia. Atrévete. No saldrás defraudado/a.

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