Contagio

Quammen, D. (2020). Contagio. La evolución de las pandemias. Barcelona: Debate.

Portada del libro
Portada del libro

Que una obra vea la luz pública en varias ocasiones (en este caso, en 2012, 2014 y 2020), ya nos dice mucho de qué tipo de libro estamos hablando y no nos extraña para nada que sea considerado por algunos revisores como obra esencial, fundamental, impresionante, en el campo de la divulgación científica. Ésta será también nuestra conclusión, tras la lectura de sus más de 600 páginas.

Su autor, brillante y deslumbrante escritor, apasionado por el mundo natural, nos sirve en bandeja su valioso aprendizaje, que está muy bien fundamentado e inspirado en los mejores  investigadores (mujeres y varones) mundiales –los más y mejor especializados- en enfermedades infecciosas (por virus o bacterias) y de forma más concreta en todo lo relacionado con las enfermedades zoonóticas. De ahí su título original (Spillover: Animal infections and the next human pandemic).

Si en literatura admiramos con razón Crónica de una muerte anunciada, aquí nos encontramos con que la próxima pandemia humana (la actual, la del coronavirus SARS-CoV-2) ya se nos había anunciado de forma clara y manifiesta con bastante antelación: si perteneces a una población próspera, que vive en altas concentraciones y está expuesta a nuevas infecciones, es sólo cuestión de tiempo que llegue la próxima gran pandemia ocasionada por un virus. Cualquier nueva enfermedad extraña que vea la luz a corto plazo es altamente probable que sea una zoonosis. Más claro y acertado, difícil de imaginar.

Lo admirable de este trabajo tan voluminoso es que no sólo nos ofrece descripciones precisas de cómo los distintos  virus (virosfera) y bacterias causan cada enfermedad (lo que es sin duda de un gran valor histórico y científico), sino también de todo lo esencial de cada pandemia (su origen, su desarrollo, sus tratamientos –fármacos o vacunas- o su curación). Es asombroso constatar cómo, si nos olvidamos por un momento de la época en la que sucede una determinada enfermedad zoonótica (el ébola, la peste bubónica, la mal llamada gripe española del 18/19, el sida, las gripes humanas…), la mayoría de lo dicho allí tendría plena vigencia en la pandemia actual y, muy probablemente, si hubiésemos tomado buena nota de todo ello, nos habríamos ahorrado muchos disgustos, además de estar considerablemente mejor preparados para hacerla frente, de una forma mucho más eficiente.        

Cualquier ámbito del saber cuenta con una serie de conceptos básicos sin los cuales no podríamos afirmar que tenemos el más mínimo dominio de la materia. El autor va dando cuenta de la mayoría de ellos, de forma que capacita al lector para entender mucho mejor lo que sucede en las pandemias, incluida la presente. Así, en tanto meros ejemplos ilustrativos, vamos a ser capaces de reconocer la zoonosis (infección animal transmisible a los humanos), los huéspedes reservorios o naturales –competentes o incompetentes- (organismos vivos que albergan a los patógenos), el paciente cero (primera víctima), la seroprevalencia (cantidad de gente infectada, detectada mediante análisis de sangre), vector del virus (organismo puente en la transmisión intra o interespecies) y muchos más conceptos fundamentales: huésped amplificador, tipos de virus (influenzavirus, retrovirus…), composición de los mismos (ARN, ADN), transmisión vertical,  horizontal, replicabilidad, virulencia, tasas de mutación, paradoja de Eigen, red de transmisiones, infección yatrogénica, el Ro del virus, entre otros.

Pero alguien tal vez pueda pensar que aquí se acaban sus muchas fortalezas. En modo alguno. Su visión global, contextualizadora de todo lo anterior,  se asienta no sólo en la teoría de la evolución (sin ella naufragamos como científicos y como personas) sino también en la ecología –ecología viral- (hoy más que nunca sus aportaciones son imprescindibles para comprender pandemias del tipo de la actual). Estos enfoques suponen un manifiesto valor añadido incluso para los propios especialistas en enfermedades infecciosas y, por supuesto, para los más legos en la materia. Los más diversos puntos de vista (mosaico de conocimientos especializados) se dan cita  y congenian dentro de esta amplia visión: perspectivas de los médicos, de los biólogos, de los virólogos… y de los propios pacientes. Entonces, por lo dicho, ¿merece la pena leer esta extensa obra para entender mejor no sólo las epidemias del pasado (saga de patógenos emergentes: Machupo, Marburgo, Lassa, Ébola, VIH-1, Hendra, gripe Aviar, SARS…), sino nuestra actual  pandemia e incluso las que están por llegar (con muy alta probabilidad)? Sin duda. Así estaremos mucho mejor preparados de lo que hemos mostrado en la actualidad. Avisar, con fundamento y con antelación, es una característica muy humana y de la buena ciencia. Estábamos antes y estamos ahora bien avisados. Aprovechemos esta propicia oportunidad, individual y colectivamente.

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