Carrera y familia

Goldin, C. (2021/24). Carrera y familia. El largo viaje de las mujeres hacia la igualdad. Madrid: Taurus.

Portada del libro

Son al menos dos las razones que fundamentan la importancia de esta obra: está escrita por una Premio Nobel -de Economía– y nos describe el viaje de las mujeres hacia la igualdad -asunto que afecta directamente a la mitad de la humanidad e indirectamente a la otra mitad, aproximadamente-.

Comencemos, pues, este apasionante trayecto académico con el análisis del problema sin nombre (discriminación sexual, prejuicio de género, techo de cristal, desigualdad salarial endémica -puestos codiciosos y puestos flexibles-, inequidad en la pareja… las mujeres siguen sintiéndose estafadas). Así es prácticamente imposible lograr el objetivo –destino– de alcanzar un sano equilibrio entre una carrera exitosa y una familia feliz.

¿Cómo sería posible distribuir entonces el tiempo adecuadamente para cada ámbito? Esa es la gran cuestión que preocupa en nuestros días –el tiempo está organizado de modo despiadado-, dado que cada tipo de decisión, como cabe inferir con toda razón, conlleva importantes consecuencias existenciales. En la mayoría de los casos, tanto varones como mujeres resultan desfavorecidos, pues ellos se ven en la necesidad de disminuir el tiempo dedicado a la familia (a favor de los puestos codiciosos: muy bien renumerados), mientras que ellas suelen renunciar a sus carretas o asumir puestos flexibles (peor remunerados). Todavía no hay, en consecuencia, una plena igualdad de género ni tampoco una equidad familiar (en decisiones tomadas, flexibilidad laboral…).

Parece entonces que, si queremos cambiar para mejor trabajo y vida más justos para todos-, dos han de ser nuestras dianas de cambio: la estructura del trabajo y las instituciones del cuidado de las personas (barreras matrimoniales externas -de contratación y de retención-: se les privó de sus carreras para que permanecieran en sus matrimonios; dilema de hijos o carreras). Este es el marco para la formación de la identidad de las mujeres: orientadas al mundo del trabajo –me olvidé de tener hijos-, al de la familia/hogar, o a ambos -con amplitud de matices (reajustes identitarios, ampliación de horizontes…)-.

Para poderlos cambiar con acierto -trabajo y cuidado-, un análisis descriptivotrayecto– de la evolución de las mujeres, básicamente universitarias, casi exclusivamente  de Estados Unidos, y estableciendo 5 grupos distintos en función de los rangos de nacimiento preestablecidos (1878/1897; 1898/1923; 1924/1943; 1944/1957; 1958/1990), nos posibilita reconocer las extraordinarias transformaciones de las mujeresrelaciones carreras/familias (familia o carrera; trabajo y después familia; familia y después trabajo; carrera y después familia; carrera y familia)- a lo largo de los 5 grupos -transformaciones sociales y personales (las vidas pueden ser largas y contener diversos capítulos: trabajo, matrimonio, hijos, trabajo)-.

Es como una carrera de relevos: cada uno de los cinco grupos ha tenido sus éxitos y fracasos -bien documentados con datos-, de los cuales han ido aprendiendo los demás, cogiendo así el testigo -los más cercanos a nuestros días: desde la revolución silenciosa (la píldora enmarcada -con otros factores complementarios-: empoderamiento) hasta hoy (revolución asistida: técnicas de incremento de la fecundidad)-, ya más cercanos a la meta, aunque todavía en modo alguno conseguida (la igualdad, que es donde se quiere llegar; persiste aún un enorme descontento y frustración en nuestros días por la permanente discriminación sexual y de género).

Todavía, por tanto, constatamos: a) la brecha salarial de género -teniendo en cuenta igualmente la edad, la segregación ocupacional, los favoritismos… (con respecto al día del salario igualitario: no hay mucho que celebrar; además, no se puede tomar como referencia una única cifra preestablecida) y b) las ataduras de los tiempos (familiares/con y sin hijos y carreras/trabajo), todavía bien distintas en función del género -la mujer sacrifica más tiempo de guardia para la casa, mientras que el varón lo hace para el trabajo-.

Tras este viaje/trayectode 120 años de los 5 grupos- podemos concluir que estamos ante un muy buen libro, seriamente documentado -aunque centrado casi en Estados Unidos y en el ámbito universitario-, en donde se pone de manifiesto que el asunto tratado es vital y que necesariamente se requiere un nivel conceptual complejo para captar adecuadamente la intrincada realidad: la brecha salarial crece tras la formación familiar y al tener hijos (las mujeres se cambian de trabajo, cobran y ascienden menos, todo ello, por si fuera poco, en función del tipo de ocupación). Todavía nos queda por tanto camino por recorrer, pese a los grandes avances logrados, si queremos acercarnos a la plena igualdad de género (en carrera y familia).

Pareciera oportuno aprovechar esta oportunidad para unir a este libro otros también de Premios Nobel, relativamente recientes (casi todos del siglo XXI) –Acemoglu y Johnson, Deaton, Haroche, Kaheneman, Kandel, Parisi, Ramakrishnan, Sauvage, Sen, Shiller, Stiglitz (1 y 2)-, Thaler y Wilczek (1 y 2)-, para así poderlos asimilar conjuntamente aquí y ahorainfrecuente a escala internacional-, entre ellos algunos de mujeres, igualmente Premios Nobel Doudna, Duflo, Karikó-, mujeres muy capaces de hacer añicos -eso sí con enormes trabas debidas al género y mucho trabajo- el techo de  cristal: obtención de la igualdad de género, en este caso concreto por lo que respecta a los más  prestigiosos premios en ciencia, a escala mundial.

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