Los buenos -excelentes- libros

Hace poco realizamos la recensión del volumen Más libros y menos pantallas, cuya tesis ya es clara desde el propio título. Allí pusimos de manifiesto nuestro enfoque de una cuádruple tipología: buenos libros y buenas pantallas (espiral virtuosa), buenos libros y malas pantallas, buenas pantallas y malos libros y, en cuarto lugar -cuarto cuadrante-, malos libros y malas pantallas. Sin duda, contamos pues con mucho espacio para la mejora de nuestras vidas, gracias a los buenos libros y a las buenas pantallas. Son ciertamente un buen antídoto para algunos de los principales males de nuestro tiempo: muertes por desesperación, polarización, estulticia, ansiedad, depresión…

Recientemente, ha visto la luz una obra (El canon oculto. Una nueva biblioteca de Alejandría para la ciencia, de Sánchez Ron, en Crítica), que complementa adecuadamente nuestra actual visión (siglo XXI) -la más reciente: segunda y tercera década de esta centuria- sobre la relevancia de la sabiduría, materializada ya en más de 165 volúmeneshttps://acipe.es/category/analisis-libros-.

Lo que se nos proporciona ahora -en El canon oculto– es una perspectiva específicamente histórica: la de los mejores trabajos científicos desde el inicio de la escritura -textos/volúmenes/tratados- hasta nuestros días, comenzando con la Colección Hipocrática -siglo V/IV antes de Cristo- hasta finalizar con La geometría fractal de la naturaleza de Mandelbrot -finales del siglo XX-.

Al igual que ya existe un canon literario consolidado -el de Bloom tal vez sea el más renombrado a escala internacional-, que apenas incorpora obras de científicos, parecía llegado el momento -eso es lo que pensó muy probablemente Sánchez Ron-, de llevar a cabo un trabajo bastante completo en el que se reflejase un centenar de las mejores aportaciones científicas de todos los tiempos (libros).

En más de 600 páginas, bien escritas, muy bien documentadas, en un lenguaje sencillo, Sánchez Rom nos hace este inmenso e impagable regalo académico, que resulta imprescindible para aquellas personas que quieran gozar de una base sólida -científica- de conocimientos sobre sí mismas -reflexionar en profundidad sobre lo que realmente somos (desvanecimiento paulatino de mitos) y sobre el universo –frente al saber estático, el dinámico: el que se corrige y amplía de manera constante-.

Como nos dice el propio autor, a semejanza de Ulises, hemos de atrevernos a superar las columnas de Hércules (de la ignorancia y del temor hacia la ciencia), dado que, gracias a esta, afortunadamente podemos ir comprendiendo mejor quiénes somos -más allá, por tanto, de las creencias infundadas- y dónde estamos, en cada momento, dentro del inmenso universo y, más concretamente, dentro de nuestro planeta.

Alegrémonos, pues. Únete a esta celebración académica y familiar de compartir la buena ciencia. Te esperamos. No nos falles. Bajo ninguna excusa te pierdas este extraordinario gozo académico internacional -básicamente occidental-.

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Un comentario

  1. Amelia García Moltó

    Gracias a Sánchez Ron por facilitarnos el acceso a un compendio de las mejores aportaciones científicas de todo los tiempos. Lo buscaré en la Feria del Libro.
    Y gracias a ti, Juan, por descubrir este sendero tan interesante.

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