La relevancia de la educación infantil

Hasta bien entrado el último cuarto del siglo XX no contábamos oficialmente en España con la expresión Educación Infantil. ¿Qué ocurría entonces hasta los 6 años que era cuando comenzaba la educación obligatoria, se denominase Educación General Básica -Ley General de Educación del 70-  o, ulteriormente, Educación Primaria – Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo del 90? Que niñas y niños eran cuidados directamente por sus familias o bien éstas les podían llevar a guarderías, al jardín de infancia, a los centros de párvulos o intentar que cursasen preescolar.

Al introducir esta expresión en la estructura formal del sistema educativo español a finales de los 90 se pretende hacer justicia, aunque con mucho retraso, a los avances científicos (especialmente psicológicos y en la actualidad de las neurociencias) que ponen de manifiesto la importancia de estos años para el aprendizaje y el desarrollo de los humanos. Es especialmente significativo que hayan tenido que ser varios premios Nobel (en especial algunos de Economía) los que han llamado la atención sobre  la necesidad educativa de esta etapa, pues es en ella en donde se fraguan las principales desigualdades personales, sociales y económicas que constatamos en la edad adulta dentro de la mayoría de nuestras sociedades actuales, pertenecientes incluso al mundo desarrollado.

En este contexto es en el que damos la bienvenida al libro de la Psicología de la educación infantil, coordinado por dos docentes e investigadoras acipeñas: las doctoras Eva M. Romera y Rosario Ortega-Ruiz.

portada del libro

Se nos ofrece en esta obra una visión bastante completa de todas y cada una de las dimensiones en desarrollo, típicas de los primeros seis años de vida. Se parte de los tres marcos de comprensión científica más abarcadores que han visto la luz a lo largo del siglo XX: la teoría piagetiana, vygotskiana y brunneriana, todas ellas dentro del paradigma cognitivista (constructivismo), sin olvidarse de los hallazgos e implicaciones educativas de los distintos tipos de conductismos: condicionamiento clásico, operante y social.

A partir de aquí, actualizadas, se van trayendo a colación las aportaciones psicoeducativas que nos permiten tener una visión científica de cómo enseñar a estas niñas y niños de 0 a 6 años, en permanente cambio, en función justamente de sus características evolutivas de aprendizaje. Los núcleos a los que se presta atención son los que cuentan con un corpus teórico y práctico más consolidado: enfoques –relacional-, estrategias -de afrontamiento, de prevención-, estilos –democrático-, programas –CompEco, por ejemplo-. Estos núcleos son: el lenguaje, la lectura, la escritura, el pensamiento matemático, el juego, las emociones, las relaciones sociales –positivas (competencia social) y negativas (agresividad injustificada)-, los papeles de los diversos tipos de familias y de los centros (por separado y conjuntamente: convivencia –planos verticales y horizontales-, estilos educativos) y la propia autorregulación (autonomía).

Es un trabajo realizado en equipo, bien coordinado, bien documentado y que sin duda será de utilidad tanto para educadores como para los padres o familiares adultos y, por supuesto, para las psicólogas y psicólogos educativos y otros especialistas de la educación.

Desde ACIPE nos congratulamos de poder presentar públicamente y recomendar, con garantías de inteligibilidad y rigor, este libro.

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