La economía doble X

Scott, L. (2020). La economía doble X. El extraordinario potencial de contar con las mujeres.  Barcelona: Planeta.

Portada del libro

El título de esta obra pone bien de manifiesto desde el primer momento cuál es la específica y original aportación de esta docente e investigadora: sacar a la luz, de forma bien documentada, la economía en la sombra -única de las mujeres: su exclusión económica-, a fin de empoderarla y hacernos conscientes a todos de los cambios radicales –cambios muy positivos: riqueza nacional y bienestar general- que se consiguen cuando transitamos de la economía que excluye  a las mujeres –sistema monetario, empleos importantes…- a la que las incluye –microfinanzas/micromecenazgos…-, empoderando así a la economía Doble X (ecosistema con conciencia de género, ventajas ligadas a la economía Doble X, diversidad de mercado, perspectiva de género).

Su metodología es muy inclusiva: análisis cuantitativos y cualitativos –grupos focales, entrevistas…-, complementándose entre sí, llevados a cabo tanto en países bien desarrollados –Estados Unidos: sesgos de género en sus escuelas de negocios, G20 sin W20, puntos ciegos…- como en otros menos desarrollados o en vías de desarrollo: Ghana, Uganda, Bangladesh (incidencia de las compresas higiénicas en la vida de las mujeres o implicaciones de la posesión y herencia de la tierra para ellas –sólo el 18% -…).

Vertebrando todo ello encontramos la inmensa desigualdad de género en las más diversas facetas de nuestras vidas, con considerables repercusiones –negativas- en lo personal y en las economías de todos los países (barreras de género a la viabilidad económica). Aquí no vale la neutralidad en cuanto al género, dado que implicaría la ceguera manifiesta ante los múltiples obstáculos económicos de género, ante  las situaciones de ser presas –mujeres- de la exclusión económica todavía en el siglo XXI y, en definitiva, ante su vulnerabilidad económica y todo lo que ella implica (a las mujeres se les ha empobrecido a lo largo de la historia por su sexo; la mejor manera de ayudar a un país a crecer –aumentar su PIB-  es sacar a las esposas de la cocina; el empoderamiento económico de las mujeres es la mejor arma existente contra la pobreza).

Hay que tener en cuenta que aquí no se aplica el bien conocido juego de suma cero: ambos sexos, si desaparece la desigualdad, están llamados a ganar, contrariamente a lo que se afirma en los estereotipos de género (amenaza del estereotipo, entornos discapacitantes…) por desgracia todavía tan presentes en nuestras sociedades.

La brecha de género,aún en nuestros días, perdura por doquier, incluso en los países más desarrollados: en las pensiones, en los salarios (penalización por maternidad, androexcusas…), en la inculpación de las situaciones de desigualdad –actitudes negativas hacia las mujeres: no se esfuerzan lo suficiente, son menos ambiciosas…-, en los puestos de máxima responsabilidad (jefaturas de gobiernos, de empresas, de universidades…), en las aptitudes –matemática, espacial…-, o en la concesión de préstamos.

Ante este estado de cosas es importante dar a conocer, en primer lugar, la multitud de mitos – pocas habilidades de liderazgo…-, surgidos a lo largo de la historia (y muchos de los cuales aún están vigentes) con el objetivo de mantener subyugadas a las mujeres, para después pasar a las acciones, como las que se han llevado a cabo en las distintas olas feministas (voto, igualdad, alomaternidad, cuidado subvencionado de hijos, impacto a través del consumo…) encaminadas todas ellas a su desaparición –la de los mitos-, dando apoyo empírico, por el contrario,  a la hipótesis de las similitudes de género, hoy bastante contrastada por las más diversas disciplinas científicas (neurociencias, psicología, sociología…).

Un objetivo básico es acabar con las prácticas prejuiciosas, fundamentadas en mitos (cegados por los estereotipos), y potenciar la inversión con filtro de género, eliminando así las limitaciones a la economía Doble X.

Si tenemos en consideración lo que se nos presenta en este libro, ganaremos todas las personas –mujeres, varones…- y ganarán igualmente nuestras sociedades. Hemos de estar sumamente agradecidos a su autora por este gran trabajo de investigación y divulgación científica, de gran trascendencia personal y social.

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