Frente a las certezas infundadas merece la pena -y mucho- reflexionar aquí y ahora (siglo XXI)

Más allá de las noticias falsas (de la posverdad) manifiestamente presentes en nuestro mundo actual, ante las cuales hemos de permanecer en constante vigilancia, hay otra perspectiva (encarnada y relacional) que reclama en estos momentos nuestra atención: la de los espejismos de la certeza (Hustvedt, S. (2016/21). Los espejismos de la certeza. Reflexiones sobre la relación entre el cuerpo y la mente. Barcelona: Planeta).  

En pocas ocasiones un libro está tan plagado de atinadas y cruciales preguntas como en este -¿qué es cultura y qué es biología?-. Es una obra de lucidez. Su autora, con toda razón, cuenta en su haber con importantes premios, incluido el bien conocido por nosotros de Princesa de Asturias.

Este volumen es un claro ejemplo del intento de ir más allá de los estrechos cauces (carácter fragmentado de la erudición: compartimentos), construidos independientemente por cada una de las diversas disciplinas existentes -genética, psiquiatría, psicología, sociología…-. En él se tratan de corregir las miopías de aquellas personas encerradas en sus propios mundos -saberes limitados-. Se constata una lucha, bien argumentada –pensamiento sutil-, contra los prejuicios disfrazados de ciencia y los prejuicios inconscientes. El hilo conductor no es ni más ni menos que el de la relación del cuerpo cerebro-y la mente.

Atendiendo a nuestro futuro inmediato: ¿estamos dispuestos a convertirnos en una progenie mental incorpórea, trascendiendo así -en el caso de que fuera posible- nuestra actual condición de especie humana?  ¿Nos inclinaremos, en consecuencia, hacia una mente desmaterializada -plenamente algoritmizada-, como pretenden algunos? O, por el contrario, ¿estamos dispuestos a asumir modelos corporeizados de la mente, dentro de cada contexto, es decir, mentes en sus cuerpos, situadas e interrelacionadas? He aquí, sin duda, una gran cuestión que condicionará nuestro modo de ver y sentir el mundo y a nosotros mismos.

¿Cómo te vas a perder este apasionante viaje a lo largo de nuestra historia -la humana-, asentado en la selección de los oportunos conocimientos de disciplinas tanto clásicas -filosofía- como contemporáneas -neurociencia-? Yo, si estuviera en tu lugar, no lo haría. Emprendería de inmediato esta singular aventura académica, fundamentada y bien descrita. Tras la lectura te sentirás una persona más sabia y, sobre todo, más humana. Prueba y verás.

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