El triunfo de la injusticia

Saez, E. y Zucman, G. (2019/21). El triunfo de la injusticia. Cómo los ricos eluden impuestos y cómo hacerles pagar. Madrid: Taurus.

Portada del libre

Estos dos catedráticos de economía, buenos conocedores (científicos) de la realidad económica estadounidense nos muestran un análisis brillante y bien fundamentado de la situación actual (caótica en cuanto a fiscalidad se refiere: injusticia fiscal, negación de la democracia –antidemocrática concentración de riqueza-), ofreciéndonos, lo que no suele ser tan frecuente, mecanismos concretos –muy útiles- para arreglar ese desastre –caos- de injusticia impositiva (en esta dirección https://taxjusticenow.org, su simulador, se ofrecen respuestas fácticas a preguntas esenciales derivadas del nuevo enfoque económico que se justifica en esta obra). La prosperidad se fundamenta en la cooperación (sin impuestos justos no hay cooperación) y en la acción colectiva (ejemplaridad, coordinación, medidas  preventivas y sanciones contra los oportunistas).

Su diana principal es la economía estadounidense, que comprenden muy bien debido a los muchos años dedicados a su investigación. Su nuevo enfoque –perspectiva integral, sistema integrado: nuevo sistema tributario para el siglo XXI– se asienta en el análisis riguroso y la interpretación no sesgada de los datos, mostrando aquí lo que los análisis científicos de los mismos dan de sí, más allá de cualquier visión partidista –ideológica: ideología desigualitaria– y de las creencias infundadas tan extendidas en nuestros días (sean, a título de ejemplos ilustrativos, la relación inversa entre el progreso económico y social de una sociedad y los impuestos o la asentada en la competencia fiscal).  Esto implica huir de las estériles poses ideológicas (baño de realidad) o incluso de los expertos bienintencionados que tanto nos alejan de la comprensión rigurosa de los hechos  –la progresividad del sistema tributario– y, con ello, del progreso económico y social de las  sociedades.

Ahora bien, en el libro también se constata que en la mayoría de las naciones se está produciendo un aumento de la desigualdad, una disminución de la progresividad tributaria, un mercado de elusión fiscal (epidemias de elusión, elusión de impuestos sobre sucesiones…) y, por supuesto, la evasión fiscal (empresa fantasma extraterritorial, transferencia de beneficios: Bermulanda…). Lo que está de hecho sucediendo en nuestros días no es tanto una elusión fiscal, que ciertamente ocurre, cuanto una auténtica pandemia de evasión de impuestos (robo de suma cero; tentación de convertirse en un paraíso fiscal).

¿Cómo es posible poner de manifiesto que esto es así, que está justificado por la realidad de los datos? Se empieza a ver con nitidez si, a la hora de analizar la distribución de la renta, se divide a la población en 4 grupos: clase trabajadora, media, media alta y ricos. La desigualdad en aumento se muestra en toda su crudeza. Algo semejante ocurre si se divide a la población en 15 grupos: el sistema fiscal aparentemente progresivo es en realidad regresivo para los más ricos (plutocracia avanzada). Las rentas del capital, en grados variables, se están aproximando al estado considerado como libre de impuestos. Frente a ello, resulta imprescindible un debate fiscal democrático, que nos guíe en el futuro de la acción colectiva (lucha contra la externalidad negativa, contra las fuerzas antidemocráticas de la competencia fiscal…).

Dado que esta situación afecta profundamente a nuestras vidas y a las sociedades en las que vivimos, merece la pena recoger el fruto de estas investigaciones –lectura del libro, bien escrito y documentado-, que trata de desfacer bastantes entuertos (creencias infundadas muy extendidas sobre los sistemas tributarios), a la par que nos proporciona mecanismos (impuestos correctivos, impuesto mínimo mutuamente acordado –armonización tributaria-, prorrateo de los beneficios o del déficit fiscal, sanciones a los paraísos fiscales) para solventar fácticamente la situación caótica de la injusticia fiscal. Es imprescindible erradicar la oferta de fraudes tributarios y asumir que a igualdad de ingresos, igualdad de impuestos. Es hora de ir más allá de Laffer,  pues la riqueza extrema impone una externalidad negativa para el resto de nosotros. En síntesis, este lúcido enfoque, apoyado en datos muy bien interpretados, nos facilita el tránsito de la injustica tributaria reinante (en Estados Unidos y en otros muchos países –grandes economías-) a una justicia posible (mundo de las posibilidades) y deseable (equitativa: impuesto sobre la renta nacional) para nuestros pueblos, para la ciudadanía.

Marcar como favorito enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *