García Aller, M. (2017). Barcelona: Planeta.
«El fin del mundo tal y como lo conocemos. Las grandes innovaciones que van a cambiar tu vida.»
Portada del libro «El fin del mundo»
Estamos en presencia de un libro netamente divulgativo. Esa ha sido la voluntad expresa, de principio a fin, de Marta García, que es periodista y profesora. En un lenguaje claro y preciso nos ofrece una radiografía diáfana de algunos de los principales asuntos que nos ocupan y preocupan en la actualidad, teniendo en cuenta como contexto interpretativo tanto el inmediato pasado, básicamente el siglo XX, como las tendencias que pueden prefigurar el porvenir. Su modus operandi es muy nítido, típico del mundo del periodismo: a) elección del tema –el trabajo, el dinero, la privacidad, la globalización, la jubilación o la muerte, entre otros- ; b) contacto con las fuentes –científicos de prestigio nacional e internacional (en persona o a través de sus publicaciones) y profesionales desconocidos-; c) presentación de todo lo recopilado y asimilado por la autora, en un buen castellano, que es de agradecer.
Lo que se pone ante nuestros ojos es un conjunto de circunstancias, en continuo cambio, de la compleja realidad que nos está tocando vivir, y sobre las cuales muy frecuentemente no reflexionamos, al estar sumidos en ellas, a fin de que las valoremos y seamos conscientes de sus posibles implicaciones, positivas y negativas, para nuestro presente e inmediato futuro. Hoy es una realidad, pero no lo era hace tan siquiera unos decenios, la vida hiperconectada. No podía faltar la constatación también de la automatización de las tareas que antes, incluso a lo largo del pasado siglo, las ejecutaban los humanos e, igualmente, la datificación de nuestro mundo (big data). Los algoritmos se han vuelto ubicuos en nuestro quehacer cotidiano. La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Hemos entrado de lleno en la sociedad digital, en un mundo robotizado. Las máquinas ya aprenden y son capaces de conocernos mejor que nosotros mismos, en muchos aspectos, y diagnostican mejor que los expertos en muy diversos campos del saber. No nos queda más remedio que ser knowmads (nómadas del conocimiento; novatos para siempre; aprender, desaprender y reaprender continuamente). Todo ello supone y exigirá cambios profundos en la sociedad futura (fin del dinero –no cash-; desmaterialización vertiginosa –la información digitalizada es lo que verdaderamente importa-) y en todas y cada una de nuestras vidas (salario universal: salario a cambio de nada; el fin de la privacidad, de la jubilación y hasta de la muerte). Lo que se pretende subrayar, pues, es que estos hechos están dejando ya en estos momentos, y dejarán más aún en el futuro, una profunda huella en nosotros, por lo que les debiéramos prestar buena parte de nuestra atención y reflexión.
A los humanos actuales estos acontecimientos ya nos están exigiendo definir nuevamente nuestra especificidad de homo sapiens frente a un mundo digitalizado, algoritmizado y automatizado, capaz de producir nomofobia (incapacidad para desconectarse del móvil) o ningufoneo (prestar atención permanente a los dispositivos digitales, dejando de lado a las personas del entorno). ¿Cómo va a ser posible compaginar nuestra inteligencia con la artificial, nuestra identidad material con la digital? ¿Seremos capaces de mantener las conversaciones y lo que ellas conllevan (ver reseña: En defensa de la conversación) con las exigencias de la nueva era y sociedad postmoderna que se nos avecina?
Por lo indicado, estos asuntos debieran ser analizados y pensados por cada uno de nosotros, pero sobre todo por aquellos que nos dedicamos al estudio del solapamiento entre Psicología y Educación: los psicólogos y psicólogas educativos. Este libro nos proporciona estímulos para reflexionar sobre todo lo que está ya tocando a su fin –fin de las cosas, de los volantes, de la fotografía, de las tiendas, de los camellos, del petróleo o de los idiomas, por ser textuales y respetuosos con lo escrito, así como sobre los cambios inevitables que van a ir transformando significativamente nuestras vidas, personales y profesionales, gracias a los vertiginosos desarrollos de las nuevas tecnologías y los cada vez más novedosos y eficientes conocimientos científicos.