Para ACIPE no es oro todo lo que reluce

Portada del libro "Valle inquietante"

Si bien la especialización ha hecho avanzar a la ciencia hasta límites insospechados, también ha supuesto efectos perniciosos indeseados. Las visiones de túnel, las unidimensionalidades, las hiperespecializaciones posibilitan grandes logros, pero suelen ir asociadas también a ciertos problemas para nuestra especie y la de nuestro planeta.

El caso de la pandemia del coronavirus actual (SARS-CoV-2) pone bien de manifiesto que la colaboración entre diversos científicos/as (químicos, biólogos –virólogos…-, psicólogos, sociólogos…) y entre éstos/as, los responsables políticos y la propia ciudadanía (conductas pertinentes o idóneas) habría sido esencial para arrinconar al virus y paliar considerablemente sus nefastas consecuencias. Como esta  colaboración, en demasiadas ocasiones, ha brillado por su ausencia, las olas –que no eran inevitables- se han sucedido para nuestra desgracia. El virus ha podido así campar a sus anchas. No deja de ser curioso que con las bacterias –unicelulares-, a lo largo de la historia, no les haya ido tan bien. Pronto supieron desarrollar buenos mecanismos de defensa contra estos fagos (sistema CRISPR).

Un ejemplo de lo aquí indicado (considerar en nuestros juicios al menos la doble cara de cada moneda) tiene su confirmación en el testimonio elocuente –crónica bien escrita y reflexiva- de Wiener (Valle inquietante), pues si bien reconoce los excelentes productos surgidos del sanctasanctórum tecnológico de nuestro mundo digitalizado –micromundo del Silicon Valley-, sobre todo deja al descubierto las miserias –jornadas interminables-, mezquindades –corporativismos alienantes- y sesgos –falsos ideales: utopías distópicas- de algunos de sus principales protagonistas.

En este valle inquietante el machismo ha hecho acto de presencia por doquier, las desigualdades de género todavía son manifiestas, los engreimientos de algunos protagonistas siguen estando a la orden del día y las corruptelas derivadas de la inmensa riqueza y poder de unos pocos continúan. En  definitiva, se nos ha desvelado la cara oculta del centro geográfico de innovación tecnológica por excelencia (todo tipo de nuevas aplicaciones digitales, redes sociales, inteligencia artificial…).

Si queremos sobrevivir a los destrozos personales y sociales (además de los innegables aciertos y bondades) de lo ideado, producido y vendido desde Silicon Valley a todo el resto del mundo, contamos con una buena forma de conseguirlo: mediante la lectura de este libro. No nos defraudará. Al contrario, nos posibilitará emitir unos juicios de valor más ajustados a la realidad, lo que en modo alguno es poca ventaja, pues así no caeremos en la trampa de considerar que todo lo que reluce es oro.

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