Mindware. Herramientas para pensar mejor.

Nisbett, R. E. (2015). Barcelona: Debate.

Portada del libro "Mindware. Herramientas para pensar mejor"

Portada del libro «Mindware. Herramientas para pensar mejor»

Hay al menos dos enfoques que se complementan a la perfección en la formación de cualquier investigador o persona que desee considerarse científico o buen profesional. El muy especializado, absolutamente necesario para el avance de la ciencia. Aquí podríamos traer a colación la especificidad de los más diversos asuntos propios de cada una de las múltiples disciplinas científicas. Así, dentro del ámbito de la psicología, a título de meros ejemplos, valgan los experimentos sobre atención, memoria, apego o la comprobación de la incidencia de las TICs en el rendimiento y así cientos y cientos más. Y un segundo enfoque, claramente integrador y globalizador. El libro que ahora comento es un fiel y saludable reflejo de este último enfoque. Este bien conocido (mundialmente) catedrático, que imparte su docencia en la universidad de Ann Arbor de Michigan, ha querido regalarlos una abarcadora síntesis con los frutos experienciales de su prolongada carrera docente e investigadora, como psicólogo social.


Si en nuestro mundo actual resultan casi omnipresentes los vocablos hardware y software, ¿por qué no lo va a ser el de mindware? Se trataría ni más ni menos que de conocer y utilizar las “herramientas para pensar mejor”. Este es el objetivo diáfano de la presente obra, escrita por una mente madura e ilustrada, que asume que los modos de enfrentarse al mundo, aprendidos por él a lo largo de su dilatada vida académica, podrían ser utilizados por cualquier persona deseosa de ejercitar su mentalidad (científica) en los diversos contextos de su existencia. Se trataría de emplear, justamente, estas herramientas mentales para comprender de una forma más inteligente el complejo mundo que nos ha tocado vivir. De hecho, nos promete, al comienzo del libro, que si bien al acabar su lectura no vamos a “tener un cociente intelectual más alto…, sí será (seremos) más inteligentes”. Lo dice completamente en serio.

En su exposición de las herramientas mentales, hace un amplio repaso tanto de las que muy frecuentemente nos llevan al error, siendo además comúnmente utilizadas (las causas no tienen por qué ser semejantes a los efectos; en modo alguno todo es consciente en nuestra mente; aversión a las pérdidas; supervaloración de lo que nos pertenece; sobrevaloración de los incentivos, sobre todo de tipo económico; error de atribución; correlaciones ilusorias; confianza en las suposiciones), como de las que nos ofrecen una alta probabilidad de acertar, de acercarnos a la realidad, que afortunadamente son enseñables y que, por tanto, se pueden aprender: prestar más atención a los contextos; la asunción de la mutabilidad como guía; tener presente lo que los demás hacen; realizar experimentos para poner a prueba las diversas hipótesis; llevar a cabo análisis de comportamientos; distinguir verdad y validez (formal); empleo adecuado de la falsabilidad y la confirmabilidad.

A lo largo de los diversos capítulos se exponen ejemplos ilustrativos, extraídos de muy distintas fuentes, mediante los cuales se van explicando pormenorizadamente las características diferenciadoras de cada herramienta mental: tanto de las inadecuadas como de las aconsejables. Cada capítulo se cierra con una “recapitulación”, que muestra la gran capacidad didáctica de su autor. Esto facilita enormemente la clarificación, la asimilación y la retención de lo expuesto.

Tras su lectura, creo que uno puedo afirmar con cierto rigor que se ha cumplido, al menos en buena medida, su promesa inicial: si se está dispuesto a utilizar las herramientas metales que nos propone, nuestro comportamiento, con seguridad, será más inteligente. ¿Se puede pedir más a un libro de psicología?

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