En el futuro

Rees, M. (2019). En el futuro. Perspectivas para la humanidad. Barcelona: Critica.

Portada en el «En el futuro perspectiva para la humanidad»

A buen seguro no quedará defraudado quien se deje sencillamente guiar, para su lectura, por el título de este pequeño libro (en torno a unas doscientas páginas), netamente divulgativo, escrito por este conocido astrónomo, en un lenguaje claro, dinámico y estimulante. Pero, ¿por qué debiera resultar interesante y útil para los que nos encuadramos básicamente dentro de los campos de la Psicología y la Educación? Porque nos habla de los principales retos (¿retos existenciales?) de un futuro inmediato a los que ha de enfrentarse la sociedad y la ciencia, conjuntamente y a escala internacional, siendo así que “la educación formal… es quizá el sector más esclerótico de las sociedades en todo el mundo”. Parece pues que hemos de “ponernos las pilas”, si es verdad lo que se afirma. Entonces, ¿de qué retos (puntos de inflexión) concretamente se nos va a hablar en esta etapa antropocénica,desde la patente  sabiduría  de que goza su autor?

Podemos decir que se nos informará de prácticamente los mismos retos que buena parte de los libros ya recensionados en esta misma página han puesto de manifiesto (por lo que sus autores aparecen justamente referenciados): amenazas nucleares –aniquilación nuclear, invierno nuclear-, cambio climático –efecto invernadero, pérdidas de puestos de trabajo por la robotización –empobrecimiento de generaciones futuras-, inteligencia extraterrestre (club galáctico), era posthumana, vuelos espaciales (interestelares o intergalácticos), entre otros. Los factores responsables de estos retos se enmarcan dentro del desarrollo vertiginoso de las biotecnologías, las cibertecnologías, las nanotecnologías, la cadena de bloques,  los distintos tipos de robots o las diferentes clases de inteligencia artificial, a título de ejemplos muy ilustrativos.

El punto de partida es el de un reconocido tecnooptimista capaz de poner de manifiesto, no obstante, las posibles vulnerabilidades implícitas en los conocimientos aumentados, que se derivan de un conjunto de nuevas tecnologías (ingeniería genética -CRISPR-Cas9-, tecnologías cíborg) aplicables a nuestra especie (¿futuros bebés de diseño?). La tesis que vertebra el libro y que sintetiza ambas aparentemente contradictorias actitudes del autor se podría sintetizar en: innovación sí (incluso acelerada), pero responsable.

Asuntos que pueden (y que tal vez debieran) preocupar a la ciudadanía de comienzos del siglo XXI son tratados con gran maestría, resaltando tanto sus ya patentes beneficios como sus posibles riesgos (aspectos distópicos, si no se cuenta con  el oportuno control social): digitalización (¿Qué les ocurrirá a los digitalmente desfavorecidos?, ¿se convertirán en la nueva clase marginal?, ¿cómo hacer frente a los ciberataques?); robotización (¿La vida electrónica –entidades electrónicas casi inmortales- podrá sustituir a la orgánica?, ¿qué sucederá con la mezcla de ambas?); tierra/cosmos (Si se encuentra inteligencia extraterrestre, ¿cómo se relacionará con la humana o incluso con la posthumana, si ésta acaba teniendo lugar?, ¿cómo se adaptarán los colonos pioneros a los hábitats extraterrestres?, ¿cómo nos enfrentaremos a posibles impactos de asteroides?), universo/multiverso (¿qué leyes regirían en esos universos distintos al nuestro –si es que existen- y qué nos podrían aportar, tanto desde el punto de vista intelectual como vital?); brechas: ¿cómo es el mundo y cómo podría ser: pobreza –la trampa de la pobreza, economía circular-, enfermedades, desigualdades?, lo que podría hacerse y lo que sucede realmente,  ¿cómo se relacionarían los humanos y los posthumanos, la inteligencia (incluso la inteligencia colectiva) y la superinteligencia?).

La buena dirección futura implica ir acabando con el omnipresente cortoplacismo (la planificación a largo plazo y global son hoy por hoy un fracaso institucional), tanto desde el punto de vista político, como en cuanto a las inversiones científicas (necesaria expansión de la investigación y el desarrollo, a escala mundial). A su vez, se requiere la elaboración de planes de empoderamiento –las mujeres, los más desfavorecidos…-, que nos permitan ser optimistas sobre lo mucho que las nuevas tecnologías nos posibilitan hacer, siendo al mismo tiempo conscientes de los  posibles peligros (contratiempos graves, catastróficos, para la humanidad) de cualquier tipo de innovación (no destruir el libro de la vida antes de haberlo leído).

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