Diamond, J. (2019). Crisis. Cómo reaccionan los países en los momentos decisivos. Barcelona: Debate.
Los amantes de la lectura de buenos libros probablemente recuerden el titulado Armas, gérmenes y acero. Es del mismo autor y recibió el premio Pulitzer al final de la década de los noventa. ¿Fue algo excepcional o estamos ahora también ante una muy buena obra de divulgación? Si juzgásemos por lo que ciertos autores, algunas de cuyas publicaciones ya hemos recensionado en esta Sección (Harari y Pinker, a título de ejemplos ilustrativos) han dicho, la respuesta es por supuesto afirmativa: fascinante, reveladora, original, sólida. En verdad, ¿pueden ser estos los adjetivos, que con fundamento, mejor la definen? Manifiestamente, sí.
Por tanto, en cuanto a la forma: baste decir que hay quien piensa que debiera ser premio Nobel de literatura. Más allá de este expresado deseo –que tal vez nunca se cumpla-, he de indicar que nos encontramos con un volumen magníficamente escrito. A este respecto es difícil imaginar que alguien, tras su cuidadosa lectura, pueda sentirse defraudado.
Por lo que atañe al contenido: se analizan las crisis, de forma individual y comparativa, de los siguientes 7 países: Finlandia, Japón, Chile, Indonesia, Alemania, Australia (ya pasadas) y Estados Unidos (en proceso). La originalidad reside en que toma como modelo para el análisis de las crisis de estos países los 12 factores que inciden en las crisis personales, avalados por una parte especializada de la psicología que él de forma patente subscribe (aunque piensa que se pueden mejorar): reconocimiento, responsabilidad, circunscripción, ayuda, imitación, ego, autoevaluación, experiencia, paciencia, flexibilidad, valores y ausencia de constreñimientos.
Como cabe acertadamente inferir, ha de llevar a cabo una adecuada transformación de estos factores individuales para que puedan ser de utilidad en el caso de las crisis de los países –de lo personal se pasa a lo nacional-: consenso y responsabilidad nacional, delimitación de problemas, ayuda –material y económica-, inspiración en otros países, identidad y autoevaluación nacional-, historia de otras crisis, asunción de fracasos, flexibilidad y valores nacionales y ausencia de constreñimientos geopolíticos.
Es cierto que no en todos los países se pueden aplicar de idéntica forma y en su totalidad esta docena de factores (criterios). Su autor es sumamente flexible y elegante al respecto, dado que se fundamenta siempre tanto en sus conocimientos académicos –abundantes, según corresponde a su condición de profesor universitario- como en los personales, fruto de sus estancias en estos países, del dominio de varios idiomas y de sus múltiples contactos, a lo largo de toda una larga vida, con personas que le han proporcionado su testimonio particular de estas crisis (predominio del análisis narrativo, verbal y cualitativo). En la actualidad es un brillante y deslumbrante octogenario –el propio Diamond dixit: 82 años-, que nos continúa fascinando con su reveladora y sólida producción científica y con su humildad (sugiere vías de mejora, cuantitativas, complementarias a su trabajo más cualitativo).
Un hilo conductor que vertebra todo el libro es el definido por la metáfora del mosaico: coexistencia de elementos dispares en complicado equilibrio, siendo válido tanto a escala individual como de país. Frente al mosaico, sumamente fructífero para la salida de las crisis, nos encontramos en estos momentos con la polarización, muy presente en el surgimiento y empeoramiento de las mismas. Es precisamente esta polarización extrema la que brilla, con su extendida presencia, en nuestras redes sociales universales, dentro ya de un mundo muy digitalizado.
¿Para quién puede ser de utilidad el libro? Para cualquier persona que aprecie la cultura y los conocimientos relativamente bien fundamentados, de carácter general y universal, y que por consiguiente van más allá de los limitados, por definición, contextos, propios y típicos de las diferentes disciplinas científicas. Ahora bien, si hay un grupo de población para el que estaría especialmente recomendado sin ningún género de dudas es para los máximos responsables políticos de todos los países. Pero como al final todos vamos a ser afectados por las decisiones de estos mandatarios, el libro está pensado y escrito para todo tipo de personas, sobre todo para las que aprecien debidamente las democracias y sus propias vidas. Por eso, su autor, al final de esta obra, se enfrenta a la pregunta derivada de las casi 400 páginas previas: ¿qué le espera al mundo en el futuro? Desde aquí nos preguntamos: ¿quién estará dispuesto a ignorar su bien documentada respuesta a los peligros de las armas nucleares, el cambio climático, el agotamiento global de los recursos y las desigualdades mundiales? Sí puedo asegurar que, en este específico contexto, la ignorancia no sólo resultaría atrevida, sino sumamente peligrosa para nuestras vidas y las del resto de especies. Por consiguiente, el que avisa no es traidor.