En su día ya manifestamos que ACIPE apoya y fomenta la igualdad de género. Hoy, con sumo placer, nos sumamos a la Jornada de COSCE, que lleva por título: Ciencia e igualdad de género en las sociedades científicas.
Invitamos pues gustosos a las acipeñas y acipeños a participar en esta Jornada, con el fin de que pueda hacerse poco a poco realidad ese anhelado deseo de la igualdad de género, que es de justicia, empezando por nuestros lugares de trabajo: el mundo académico y profesional.
En esta Jornada se hace realidad algo que es un hecho manifiesto: si queremos comprender el género en toda su amplitud sólo lo podemos hacer contando con las aportaciones provenientes de distintas disciplinas científicas. De ahí que las personas, ponentes, pertenezcan a variadas áreas del saber.
Para el logro de la igualdad, bien lo sabemos fundadamente los psicólogos, no sólo bastan los conocimientos científicos sobre el género–esto es condición necesaria, pero en modo alguno suficiente-, sino que es necesaria la actuación, es decir, poner las contingencias oportunas. Incluso la aprobación de leyes –sirva a título de ejemplo, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género- , como bien lo hemos podido comprobar desde entonces hasta nuestros días, ha sido es a todas luces insuficiente para el logro de sus encomiables propósitos. Cualquier tipo de programa de intervención de género no puede limitarse sólo a la pertinente información científica (lo cual a veces no es poca cosa, a la luz de las informaciones distorsionadas e incorrectas que circulan por las redes sociales, internet y los diversos medios de comunicación y de divulgación), sino que ha de incluir prácticas y tareas, debidamente programadas y supervisadas, por cualificados profesionales.
Hasta el presente, incluso en los ámbitos académicos, las cuestiones de género han venido siendo consideradas como de segunda clase frente a los grandes temas que han acaparado el grueso de las financiaciones, públicas y privadas. El que los máximos responsables de COSCE hayan decidido afrontar este asunto en su Jornada de Sociedades anual (2017), es digno de consideración y de elogio.