A las puertas de la celebración del XI Congreso Internacional de ACIPE

Finales de junio de 2023 está a la vuelta de la esquina. Del 26 al 28 celebraremos este congreso en Valencia. Los dos pilares sobre los que se asienta son fundamentales para podernos manejar en nuestras vidas actuales: el bienestar psicológico y la digitalización.

Hay unas necesidades claramente sentidas, y ya expresadas, dentro del mundo de la enseñanza formal, en todos sus niveles: desde infantil hasta la universidad. Los aspectos psicológicos –necesidades psicológicas (autoestima, desarrollos afectivo, intelectivo, social, salud mental…)- son dimensiones fundamentales –en su doble faceta de funcionalidad y disfuncionalidad– a lo largo de todo el ciclo vital.

No es ni justo ni humano cargar únicamente sobre las espaldas del profesorado el tipo de evolución –más o menos sano- de todos estos desarrollos. Son necesarias, pues, personas académicamente bien formadas que colaboren con la comunidad educativa para sacar adelante, sana y sabiamente, estas evoluciones existenciales. Este Congreso puede -y debería- ser una buena oportunidad para ponernos al día en torno a lo que la ciencia –nacional e internacional- nos aporta actualmente en este terreno.

A esto se ha de añadir el asunto de la digitalización. Ya está entre nosotros. Como toda empresa humana, su puesta en práctica progresiva no puede ser ni totalmente perfecta ni totalmente imperfecta. Sería un oxímoron. Sin duda, puede llegar a ser muy provechosa en los ámbitos educativos e igualmente conllevar aspectos más bien negativos para el desarrollo de las personas en sus distintas dimensiones.

En el Congreso vamos a estudiar esta doble faceta de la realidad de la digitalización, justamente a la luz de las aportaciones científicas más relevantes. Aprovechemos entonces esta ocasión que se nos brinda para avanzar tanto en el bienestar psicológico, en su integridad, como en una humanizada digitalización. Esto implica que cualquier herramienta digital ha de estar al servicio de la ciudadanía –profesorado, alumnado, familias (toda la comunidad educativa)- y no a la inversa. Ojalá lo consigamos entre todos.

Os recibiremos con los brazos abiertos. Aprenderemos disfrutando. Nos vemos, de forma analógica o digital, al gusto y posibilidades de cada cual.

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