Con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) nos encontramos en una sociedad sobre-informada, la cual se caracteriza por la gran cantidad de datos y la facilidad de acceso a ellos. Esto conlleva en ocasiones a errores, puesto que la información buscada puede dar diferentes resultados contradictorios entre ellos, lo que nos hace buscar en fuentes fiables y profesionales.
En este sentido, gestionar el conocimiento de los profesionales que realizan su trabajo de forma única y exclusiva, es decir, que la aplicación de sus conocimientos genera una serie de ventajas en su entorno, es de vital importancia en la sociedad actual.
Por ejemplo, centrándonos en el ámbito educativo y en experiencias innovadoras como el Flipped Classroom o Aula Invertida, donde el foco de la dinámica de clase está puesto en el alumnado, cabe afirmar que resulta interesante dada la gestión del conocimiento del docente que aplica este tipo de metodologías. Se puede así capturar y representar su saber sobre cómo implementar formas novedosas en el aula que rompan con la monotonía de la enseñanza tradicional.
Hay que tener en cuenta que el conocimiento propio de una persona es un conocimiento tácito, que en ocasiones presenta dificultades para su transmisión. Por ello, el proceso de gestión del conocimiento implica la conversión en conocimiento explícito y accesible a un gran número de personas.
En primer lugar debemos detectar y concretar el ámbito en el que nos queremos centrar y especificar la muestra objeto de estudio, teniendo en cuenta la utilidad de capturar y representar el conocimiento de esa población. Una vez detectada y teniendo acceso al campo es necesario contar con una serie de instrumentos que faciliten la documentación del saber, como la entrevista, grabaciones en el puesto laboral, cuestionarios, entre otros. Para finalmente, con la ayuda de herramientas de representación del conocimiento como el mapa conceptual reflejar, como si de una radiografía se tratase, el saber de esa persona sobre el tema de interés que nos ocupe, en nuestro caso siguiendo con el ejemplo, la aplicación de la metodología Flipped Classroom.
En definitiva gestionar el conocimiento es un valor añadido para cualquier organización, puesto que se invierte en el capital humano y sirve como modelo y ejemplo de actuación.
Para conocer más sobre la aplicación del mapa conceptual en la gestión del conocimiento: Los mapas conceptuales en la educación superior.
Romero, J.M. (2016). Los mapas conceptuales en Educación Superior: implicaciones del software CmapTools. En J.C. Martínez (Coord.), I Congreso Internacional Virtual: La Educación en el siglo XXI. Libro de actas (pp. 35-40). Málaga: Universidad de Málaga.